Altos funcionarios de Cuba y EE UU mantuvieron una reunión este lunes en Washington, según trascendió este jueves, poco después de conocerse la renovación del embargo estadounidense. En el encuentro participaron el subsecretario para Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, Brian A. Nichols, y el viceministro cubano de Relaciones Exteriores, Carlos Fernández de Cossío.
En la cita se discutió sobre los derechos humanos, la migración “y otros temas de interés bilateral”, según contó una portavoz del Departamento de Estado al Nuevo Herald.
Fernández de Cossío, por su parte, dijo a la agencia Reuters que durante esas conversaciones al más alto nivel –algo inusual–, se lograron algunos avances pero no se pudieron reducir las diferencias sobre las mayores disputas entre ambos países, en referencia a la presencia de Cuba en la lista de estados patrocinadores del terrorismo y el embargo.
“Creemos que no es razonable que Estados Unidos continúe llevando a cabo una política con la que no estaba de acuerdo antes de asumir el cargo, que saben que está perjudicando a la población cubana en su conjunto”
“Creemos que no es razonable que Estados Unidos continúe llevando a cabo una política con la que no estaba de acuerdo antes de asumir el cargo, que saben que está perjudicando a la población cubana en su conjunto”, afirmó el funcionario.
En lo que sí se llegó a acuerdos, según Fernández de Cossío, fue en cuestiones menores. Migración y cooperación en la aplicación de la ley, salud, ciencia y tecnología fueron áreas de entendimiento, pero el régimen salió insatisfecho. “Les damos la bienvenida, pero no son el factor definitorio, la cuestión primordial”, añadió el funcionario.
Dos días después, Joe Biden firmó la prórroga anual del embargo basándose en el “interés nacional” y apoyándose en la Ley de Comercio con el Enemigo, una postura que el Gobierno cubano, centrado en la Cumbre del G-77 más China, ha rechazado oficialmente con una desacostumbrada mesura. “Con la decisión de ayer, Biden ha seguido la tradición de los presidentes estadounidenses que, año tras año, invocan una arcaica ley de 1917 para justificar los abusos contra el pueblo cubano”, escribió el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, en su cuenta de X (Twitter).
Sin embargo, en la prensa oficial no se ha reflejado ese tono diplomático y se tilda de genocida la medida. “Joe Biden, quien proclamó un día ‘estar al lado del pueblo cubano’, acaba de ratificar una vez más el genocidio contra ese pueblo. Continuador de la hostilidad y cómplice del crimen, estampó su firma para la historia”, escribe Raúl Antonio Capote en Granma.
El columnista añade que “el draconiano acto de guerra, diseñado para rendir por hambre y sumir en la miseria a todo un pueblo” está “detrás de cada medicamento que falta, de la termoeléctrica que se detuvo, del transporte carente de piezas de repuesto, [y] del proyecto social que no se pudo ejecutar”.
Mientras, en EE UU, un funcionario recordaba que la ley incluye exenciones y autorizaciones para las exportaciones de alimentos, medicinas y otros bienes humanitarios a Cuba. “El presidente Biden sigue comprometido con políticas que impulsen las aspiraciones democráticas del pueblo cubano”, dijo a la prensa.
“El presidente Biden sigue comprometido con políticas que impulsen las aspiraciones democráticas del pueblo cubano”, dijo a la prensa
En cuanto al otro tema de interés para La Habana, si se levantará o no la designación de Cuba como estado patrocinador del terrorismo, el funcionario declaró: “No hemos tomado una determinación de la que pueda informar hoy”.
Fernández de Cossío se encontraba en EE UU esta semana para planificar el viaje de Miguel Díaz-Canel a Nueva York para participar en la Asamblea General de Naciones Unidas, que se celebra los próximos días 18 y 19 de septiembre, una visita que ya he movilizado a la oposición cubana que reside en el país.
Además, un día después de su reunión con Nichols ofreció una charla sobre perspectivas de normalización de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos en el Instituto para el Estudio de las Políticas en Washington.
Según ha reportado el Nuevo Herald, la portavoz del Departamento de Estado también expuso que están pendientes de la situación de los cubanos reclutados para luchar con Rusia en la guerra de Ucrania. El apoyo de La Habana a Moscú es una fricción más que se suma a la lista de diferendos entre la Isla y su país vecino.
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