David Cleger Romero, de 38 años, quedó en las profundidades del respiradero, que tiene de 30 a 40 metros de altura.
SAN LUIS POTOSÍ, México.- Los bomberos y las fuerzas de Salvamento y Rescate lograron sacar de las profundidades a un hombre que cayó al respiradero de un refugio, según comunicó inicialmente Aris Arias Batalla, responsable de Operaciones y Socorro en la Cruz Roja en Santiago de Cuba.
De acuerdo con la información aportada en Facebook, David Cleger Romero, de 38 años y residente en el reparto Dessy, en Santiago de Cuba, accidentalmente cayó la noche del viernes en un respiradero de un refugio en áreas aledañas a la Escuela de Artes y Oficios Antonio Maceo. Un día después, logró salir a la superficie.
El hombre fue extraído por los rescatistas a las 2:40 pm., precisó Arias. El respiradero, según acotó, tiene una altura aproximada de 30 a 40 metros. Aunque el hueco tenía lodo en el fondo, ello no lo salvó de las heridas.
Cleger había perdido la conciencia pero al recobrarla, logró afirmar que había caído al hueco en la noche del viernes. Luego de una evaluación preliminar, le suministraron cloruro de sodio, inmovilizaron su cervical y lo llevaron al hospital provincial Saturnino Lora.
Por su parte, el periodista independiente Yosmany Mayeta Labrada contó, a partir del testimonio de una docente que estaba de guardia, que los profesores de la Escuela de Artes y Oficios escucharon el grito del accidentado y por eso llamaron a los bomberos.
Según agregaron testigos, los bomberos y rescatistas tardaron en llegar, aunque fueron avisados desde horas tempranas.
En junio, un soldado del Ministerio del Interior (MININT) rescató a un hombre que bajó a limpiar un pozo de 25 metros de profundidad en el municipio Mantua, en Pinar del Río, y quedó atrapado dentro.
El suceso tuvo lugar en la comunidad de Arroyos de Mantua, donde Lázaro Iglesias Valdés, vecino del poblado, decidió bajar al pozo para limpiarlo. Sin embargo, una vez en lo profundo, la falta de oxígeno le provocó desorientación y perdió la conciencia.
Sus colegas, al percatarse de la situación, decidieron llamar a los servicios médicos locales pero no tenían cómo bajar a buscarlo. Mientras tanto, Iglesias sufría falta de oxígeno e hipotermia.
Entonces, recurrieron a las tropas guardafronteras del MININT. Al arribar al lugar de los hechos, el soldado Abel Martínez Fiallo, del “grupo de destino especial”, bajó a rescatarlo.
