MIAMI, Estados Unidos. — “Nadie se puede negar a que un cliente le pague electrónicamente”. Así lo advirtió el primer ministro del régimen cubano, Manuel Marrero, en referencia a negocios que continúan exigiendo el pago en efectivo.
Durante una reunión de trabajo desde el Palacio de la Revolución, el alto funcionario indicó que donde estén creadas las condiciones, ningún actor económico puede negar a los clientes el pago de servicios, productos, y demás operaciones comerciales y financieras por los diversos canales electrónicos que se usan en Cuba.
Sobre el tema, el ministro-presidente del Banco Central de Cuba (BCC), Joaquín Alonso Vázquez, indicó que las autoridades han detectado nuevas formas de gestión que, teniendo habilitado canales electrónicos de pago, exigen a la población hacerlo en efectivo, lo cual constituye “resistencia a la medida”.
Según el portal digital Cubadebate, Alonso Vázquez reconoció también que falta capacitación tanto por parte de quienes laboran en los establecimientos a la hora de explicar a la población como por parte de los propios clientes.
El proceso de bancarización que implementa el régimen ha sido criticado desde diversos sectores de la sociedad cubana: por un lado, la población se queja de la falta de efectiva, ya que necesita del mismo para realizar transacciones a diario; por otro, los cuentapropistas necesitan el cash para acceder a mercancías ante la ausencia de un mercado mayoristas.
En otro frente, los expertos destacan que la aplicación del proceso de bancarización traerá consigo el cierre de negocios, ya que los cuentapropistas que operan modelos de negocios como las mipymes necesitan moneda dura (dólares) para poder acceder a sus productos.
Tras el anuncio de la bancarización a inicios de agosto, el economista Elías Amor indicó que las medidas adoptadas “tienen claros efectos asimétricos en función del tamaño o sector de especialización de los actores económicos”. En ese sentido, el experto no descartó “que aparezcan problemas para aplicar las nuevas normas, y que tampoco se logre el eventual reordenamiento de los flujos bancarios”.
