El gobierno cubano ha confirmado la drástica reducción de su población, situándose en apenas 9.748.532 habitantes al cierre de 2024.
Durante la reunión de la Comisión Gubernamental para la Atención a la Dinámica Demográfica, presidida por el Primer Ministro Manuel Marrero Cruz, se reveló que la cifra representa una pérdida de más de 300.000 personas en un solo año.
Este descenso demográfico, impulsado por una baja natalidad y el envejecimiento poblacional, ha generado preocupación en las autoridades. Más del 25% de los cubanos tienen 60 años o más, mientras que los nacimientos en 2024 apenas alcanzaron los 71.000, la cifra más baja en décadas.
Ante este problema, el gobierno ha reforzado su llamado a fortalecer los programas de fecundidad y apoyo a la infancia. En este sentido, Marrero Cruz enfatizó la necesidad de que las empresas estatales asuman un rol más activo en la creación de casitas infantiles para sus trabajadores.
«No puede ser que el gobierno central tenga que asumirlo todo cuando son madres trabajadoras que generan riqueza dentro de las propias empresas», declaró el Primer Ministro.
Marrero Cruz: “No puede ser que el gobierno central tenga que asumirlo todo”
El objetivo de esta medida es proporcionar a las familias condiciones más favorables para la crianza de los hijos, facilitando el acceso a guarderías en los centros laborales. Esto permitiría a las madres trabajadoras mayor estabilidad en sus empleos y contribuiría a fomentar un ambiente propicio para elevar la tasa de natalidad en el país.
Desde el Centro de Estudios Demográficos de la Universidad de La Habana se ha subrayado la importancia de estas iniciativas en la formulación de políticas económicas y sociales. En la reunión, la viceministra primera de Economía y Planificación, Mildrey Granadillo, denunció que, a pesar de contar con recursos asignados para programas de atención demográfica, su implementación ha sido ineficaz. «Es incomprensible que tengamos los recursos y no los utilicemos», expresó.