Las autoridades de la prisión Melena 2, en Mayabeque, confirmaron que el preso político Aníbal Yasiel Palau Jacinto está en huelga de hambre desde el pasado 10 de diciembre, Día Internacional de los Derechos Humanos.
“Tuve conocimiento por una llamada que me hicieron del mismo centro donde él está, que Aníbal está en huelga de hambre demandando, primero, libertad para todos los presos políticos, además del respeto a los derechos humanos de todos los reos, no solo de los políticos, sino de los comunes, pues sabemos que en las mazmorras castristas los están matando, incluso de sed. Y, por supuesto, por el cese de la represión en Cuba”, explicó su madre Layda Yirki Jacinto Abad a Martí Noticias.
Palau Jacinto, de 25 años, fue condenado a 5 años de cárcel por su participación en las protestas antigubernamentales del verano de 2021, en Güines, provincia Mayabeque.
El 12 de diciembre, Jacinto Abad llamó a la prisión para saber sobre el estado de su hijo tras casi 72 horas sin ingerir alimentos. El oficial, de apellidos Remón Enamorado, corroboró que el joven se halla en “inanición voluntaria”.
“Yo quería saber la situación real de mi hijo de parte de ellos, que son los que son responsables de su vida, los que, suponemos, que conocen realmente y deben transmitirlo a nosotros, la situación exacta en la que están nuestros hijos, nuestros familiares, cosa que sabemos de antemano, que no hacen”, dijo la madre.
“El oficial me asegura que mi hijo está en periodo de inanición, que junto con él fueron otros más que asumieron esa postura y que ellos [los mandos penitenciarios] están viéndolo con una psicóloga, con el médico, y que habían venido representantes del órgano superior”.
Cuando un preso político se declara en huelga de hambre, las autoridades penitenciarias deben informarlo a las 72 horas a la jefatura superior.
“El mismo día, el 10 de diciembre, alrededor de las 9 de la mañana, lo pasaron a una celda de plantados. En la celda de plantados, les retiran el agua. Son sitios oscuros, sumamente húmedos, sin ventilación, con muchísimo peores condiciones que las que pueda tener cualquier celda de una mazmorra cubana”, lamentó Jacinto Abad.
A fines de octubre, Palau Jacinto había sido trasladado, desde la cárcel de Quivicán a Melena 2, las dos en la misma provincia, luego que protagonizara, junto a otros dos presos políticos, una protesta contra las arbitrariedades de los guardias y jefes penitenciarios.
Los agentes del régimen “buscan lo más mínimo para tildarlos de indisciplinados, que si el corte de cabello de un milímetro, que si los zapatos, que si las llamadas. Para los presos políticos, todo es un problema de indisciplina y, la realidad es que ellos cumplen con el reglamento porque no queremos que se busquen problemas, ni ellos tampoco están dispuestos a empeorar sus condiciones, pero son los guardias los que les buscan, constantemente, problemas a ellos para encausarlos, para que caigan en desacato, para que caigan en nuevos delitos allá adentro”, indicó la mujer.
Antes del 11 de julio de 2021, el joven, se desempeñaba como tornero, mecánico y operador de maquinarias. Ese día en el parque de Güines, “después de un enfrentamiento verbal con un grupo de policías armados con tonfas, escudos y pistolas taser de descargas eléctricas, fue golpeado y arrestado.
“El régimen sabe bien que los metió ahí por pensar diferente, porque Cuba entera salió a las calles a pedir un cambio. Aníbal, de hecho, nunca ha dejado de pedir todas estas cosas, aunque sabemos que el debido proceso no existe en Cuba y que los delitos por los que los tienen presos son delitos inventados en juicios amañados”, recalcó la madre.
También en Santiago de Cuba, el preso político Daniel Moreno de la Peña, se declaró en huelga hambre para llamar la atención sobre lo que considera su encarcelamiento injusto y para protestar contra las violaciones de los derechos de los reclusos que se cometen a diario.