El gobierno cubano aprobó un “Código de Ética de los Cuadros de la Revolución Cubana” que exige a los dirigentes de instituciones estatales lealtad absoluta al Partido Comunista, austeridad y el rechazo a los privilegios.
Martí Noticias entrevistó a varios cubanos residentes en la Isla que coincidieron en que el renovado código busca ratificar el carácter irrevocable del socialismo y denota que el régimen atraviesa un momento de profunda crisis.
El Decreto Presidencial publicado el 15 de enero de 2024, en la Gaceta Oficial de la República de Cuba, demanda de los dirigentes, en cualquier nivel que se encuentren, una conducta ejemplar, elevados valores morales y apego a la legalidad “desde posiciones marxistas leninistas, martianas y fidelistas”.
La normativa es de obligatorio cumplimiento para todos los cuadros de Cuba.
“Este Código de Ética es un parche cuando ya se abrió el hoyo, tardía reacción del régimen a las evidentes divisiones groseramente expresadas, por cierto, por el anti estadista Raúl Castro en la reunión que celebraron porque, indudablemente, hay ya gente que son, parece que son, contrarios a ciertos rumbos que está tomando el gobierno, que no el país y son conscientes del colapso”, señaló el activista político Manuel Cuesta Morúa, desde La Habana.
“Intentan imponer un código de ética salido de un partido a dirigentes, entre los cuales puede haber personas que tengan una profesión o sigan alguna denominación religiosa, un código nacido de la ideología y no nacido de la nación”, subrayó.
El código será firmado el 24 de febrero próximo, en acto solemne por todos los cuadros actuales.
“Una contradicción, por cierto, porque los códigos de ética no se firman, se asumen. Firmar un código de ética, indica, justamente, que el régimen no está en capacidad de controlar el comportamiento y la conducta de aquellos a quienes dirige y aquellos que tienen que tomar decisiones en algún nivel del país”, puntualizó Cuesta Morúa.
En su introducción, el documento habla de la necesidad de “garantizar el camino socialista en condiciones de mayor descentralización, de surgimiento de nuevos actores económicos y en un complejo escenario económico, político y social, agravado por las consecuencias del bloqueo y la guerra ideológica que impone el imperialismo yanqui”.
La vicecontralora general de la República Miriam Marbán González afirmó, en declaraciones al periódico Granma, que el anteproyecto del Código fue sometido a consulta en todas “las Comisiones de Cuadros” de las organizaciones políticas, de masas, sociales y de los ámbitos estatales y administrativos.
Dasiel Otero Gallardo, director de la Empresa Agroforestal Pinar del Río, ubicada en La Palma, municipio de la provincia pinareña, en conversación con nuestra redacción, recalcó que la más alta responsabilidad que tienen los cubanos es “seguir defendiendo a la Revolución”.
“Yo creo que por ahí va la ética de nosotros, servirle al pueblo, ayudar al pueblo y ayudarnos entre nosotros para poder salir de todos los problemas y dificultades que tenemos nosotros como nación, desde el punto de vista del bloqueo y muchas cosas. Nosotros lo que tenemos que hacer es seguir luchando”, dijo el dirigente a Martí Noticias.
“Me acojo bastante a lo que es el Código de Ética de los cuadros. Por los puntos que ahí se reflejan, yo creo que es el punto de partida por donde nos vamos a guiar también para ir enrutando y hacerlo de la mejor manera, cumpliendo con todos los puntos, estamos cumpliendo con nuestro país”, insistió el funcionario.
El código destaca el deber de defender la Patria socialista, la conducta antimperialista, la disposición a la permanente rendición de cuentas y al escrutinio público.
“Como en las bandas criminales, los comunistas han hecho firmar a sus funcionarios un juramento de lealtad. Este documento, para los que ellos llaman los cuadros, no es la primera vez que se hace y siempre se realiza en los momentos más críticos”, apuntó el periodista independiente habanero Julio Aleaga Pesant.
El decreto presidencial se divulga en un momento de caída irrefrenable de las condiciones económicas, políticas y sociales que enfrenta la población, a la que ya el régimen apenas puede contener.
“Es una forma de comprometer a sus funcionarios y no creo que lleve mayor presión que la de indicar la seria crisis en la que se encuentra el gobierno que lo están reconociendo de esta manera, una señal muy fuerte del nivel de necesidad de descongestión que está teniendo el gobierno para evitar un estallido social que está en ciernes, sin lugar a dudas”, anotó Aleaga.
“En este condicionamiento a la ética falta el elemento de la honestidad y la decencia y la lucha contra la corrupción, que es uno de los problemas más graves que tiene el Partido Comunista y el actual gobierno”, opinó.
La corrupción, tanto en los ámbitos estatales como políticos, afecta al gobierno tanto como las denuncias de este flagelo, en las redes sociales y en los medios independientes.
En este sentido, Miguel Mario Cabrera Castellanos, jefe de la Dirección de Cuadros del Estado y el Gobierno advirtió, a través de la prensa oficial, que “habrá una alta responsabilidad de los jefes en la educación de sus subordinados”.
El periodista independiente guantanamero Niober García Fournier considera que el recién publicado Código de Ética pretende recobrar la imagen edulcorada y maquillada del Partido Comunista de Cuba.
“Es un apretón de tuerca a los cuadros en un momento en el que el Partido Comunista de Cuba está desacreditado. La población cubana ve al partido como algo totalmente negativo, sin valor. Hace unos años atrás, ser un miembro del Partido era un prestigio. Ya hoy sucede lo contrario”, precisó García Fournier.
“Los cuadros del Partido a lo largo de la Isla se ven en corrupción, en falta de todo tipo de ética. Por esto es que la dirección del país ha tomado este Código de Ética para rescatar valores que se aplicaban, al menos, aparentemente, como que los cuadros tuvieran una vida austera, no podían vivir una vida ostentosa”, concluyó el comunicador.