MIAMI, Estados Unidos. — El portal digital Cubadebate arremetió este viernes contra Rey & Gaby, un restaurante privado de La Habana que decora sus hamburguesas con banderitas de Estados Unidos.
El medio oficialista señaló que el uso del símbolo estadounidense, que sirve como adorno a la oferta de “hamburguesa americana”, es un claro ejemplo de colonización cultural.
“Lo que pudiera parecer algo común en otros lugares, por ejemplo los de comida mexicana o italiana, tiene una doble lectura en un momento en el que la colonización cultural se impone con más fuerza, y donde la cultura, incluida la culinaria, se ve como una mera mercancía y constantemente se reproducen patrones para vender una ʻrealidad paralelaʼ a más de 90 millas, muchas veces, maquillada”, señala el texto.
El uso de las banderitas de Estados Unidos no fue la única crítica de Cubadebate, que también cuestionó los precios del restaurante, ubicado en la céntrica esquina de 25 y G, en el barrio habanero del Vedado.
“El ambiente parece color rosa: platos con presencia y calidad, con un trabajo refinado de un grupo de cocina para nada amateur que contrastan con precios que triplican la media de los establecimientos gestionados por el sector no estatal, desde un café expreso a 300 CUP, un agua natural en 320, hasta un refresco nacional en 380 o una malta en 570.
Aunque el artículo destaca el excelente servicio del negocio, hace énfasis en “la imposición del 10 por ciento de la cuenta, cuando la propina debería ser voluntaria”.
“El trato al cliente, un ambiente amenizado con música pop estadounidense, códigos QR y pago online en tiempos de bancarización y los susurros del resto de los comensales, complementan la visita a un lugar donde la cuenta perfectamente puede superar el salario medio de un trabajador estatal en Cuba”, añade el texto.
Para Cubadebate, el ejemplo de un restaurante a todas luces exitoso como Rey & Gaby debería poner sobreaviso al régimen cubano de una serie de cuestiones.
“Esas cifras propician otras interrogantes: ¿quién se encarga de velar por establecer un tope a los precios de los lugares privados? ¿Debería existir alguna ley que permita controlar el precio máximo a la reventa de productos nacionales, muchas veces superior a los importados?”, amplía el medio estatal.
Según Cubadebate, tampoco “se justifica que dentro de esas cuatro paredes se imite a una cultura extranjera que no lleva el sello de ese restaurante”.
“Entonces, ¿se trata realmente de vender con la bandera estadounidense la comida típica de dicha nación, o es un proceso de culturización? ¿Es necesario vender o hacer un producto más llamativo a partir de símbolos que se intentan imponer para desplazar a aquellos más arraigados a la idiosincrasia del cubano? ¿Hay que colocar el mercado por encima de la cultura, de lo que está bien o mal? ¿A qué le dan promoción, a la comida o al propio país?”, cuestiona el portal.
El señalamiento de la prensa controlada por el régimen de la Isla a negocios privados como Rey & Gaby vuelve a dejar claro el alto riesgo que asumen los emprendedores cubanos al invertir su dinero en la Isla y la ausencia total de libertad económica en el modelo comunista impuesto por el castrismo.