La segunda crecida en apenas tres días del río Cabaña, en Holguín, ha obligado a evacuar este miércoles a los residentes de varias poblaciones del municipio de Moa. En solo 45 minutos, el nivel de precipitaciones ascendió a 80 milímetros y provocó serias afectaciones en las comunidades cercanas a la presa Nuevo Mundo.
Unos 57 vecinos del barrio de Pedro Soto Alba –conocido como Ecrin–, en Moa, fueron trasladados de sus casas mientras que otros 317 se vieron forzados a refugiarse en casas de familiares y conocidos en zonas menos dañadas por la crecida, según informó a la prensa oficial Alexis Mejías, primer secretario del Partido Comunista en el municipio.
Las autoridades también subrayaron que, en comparación con la inundación anterior, esta vez el agua solo había alcanzado pocos centímetros.
Mejías aseguró que se han creado equipos para la protección de las viviendas inundadas y para ayudar en la evacuación de los afectados, descongestionar los sistemas de alcantarillado –que suelen colapsar con facilidad en la Isla, por la falta de mantenimiento sistemático– y recoger los desechos generados por la crecida.
No obstante la gravedad de la situación, la prensa oficial ha prestado más atención al “ambiente solidario” de Moa
No obstante la gravedad de la situación, la prensa oficial ha prestado más atención al “ambiente solidario” de Moa, que atribuye al buen trabajo de las autoridades, y ha preferido ofrecer la menor cantidad posible de detalles sobre las viviendas y los terrenos dañados por la crecida.
En la madrugada de este domingo, los residentes en los repartos de Ecrin, Cabaña y La Veguita fueron evacuados tras la primera crecida del río. “En muy poco tiempo, el golpe de agua elevó los niveles hasta límites nunca antes vistos y penetró, prácticamente, en todas las viviendas del reparto Ecrin”, detalló entonces la oficialista Tele Cristal. El medio local reconoció que las afectaciones “fueron significativas” y dañaron 135 viviendas, en las que vivían un total de 374 personas.
Los residentes de Moa, que acudieron a las redes sociales para compartir su desesperación, aseguraron que en años anteriores también han sufrido el desbordamiento del río sin que las instancias provinciales hicieran nada por solucionar la situación. En Cubadebate, donde también se publicó la noticia, algunos lectores lamentaron no haber contado con informes meteorológicos previos a la inundación que les avisaran de tomar medidas para salvaguardar sus pertenencias y proteger sus domicilios.
En otras provincias también se han visto las consecuencias de las lluvias intensas de los últimos días, aunque no con el nivel de gravedad que en Moa. La calle 23, la principal avenida de El Vedado habanero, se convirtió en un río la tarde de este miércoles como consecuencia de las precipitaciones. Bastaron pocos minutos de aguacero para que el alcantarillado colapsara y La Rampa se inundara completamente, desde las zonas más altas de la calle hasta el Malecón.
Las fotografías de los automóviles parqueados en 23, a cuyas puertas y ventanillas llegaba la corriente, no tardaron en circular –junto a cientos de críticas y reclamos al Gobierno– en las redes sociales.
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