Poco queda de las pantallas luminosas que celebraban el 500 aniversario de La Habana

No es que las pantallas luminosas colocadas en distintos lugares de La Habana para celebrar el quinto centenario de la ciudad, en 2019, sirvieran para mucho. Junto a pocos mensajes útiles, sobre el tráfico, la cartelera cultural o el covid-19 durante la pandemia, la mayoría de ellos eran consignas –como “Por Cuba lo más grande”– y fotos idílicas de la capital que poco se parecían a la realidad.

Instaladas por el Ministerio de Cultura, fueron anunciadas con el mismo bombo que el resto de actividades para conmemorar los 500 años de la capital, efeméride en la que puso especial empeño su historiador oficial, Eusebio Leal, antes de morir. Pronto, igual que otras iniciativas para el centenario –como las bicicletas turísticas–, las pantallas dejaron de cuidarse y, una a una, dejaron de funcionar.

Pronto, igual que otras iniciativas para el centenario –como las bicicletas turísticas–, las pantallas dejaron de cuidarse y, una a una, dejaron de funcionar

Una de las pocas que continúa encendida está en la avenida Carlos III e Infanta, pero apenas se ve, porque ha ido perdiendo contraste y el fuerte sol sobre el cristal tampoco ayuda mucho a distinguir detalles. Por detrás, está toda sucia de grafitis. Otra, en Belascoaín y Carlos III, ubicada en el parque Carlos Marx, corrió peor suerte. Oxidada su base, se vino abajo esta semana, quizá por un viento fuerte o la patada de un ocioso.

Tronchada en el piso este miércoles, era la viva imagen de lo que queda de aquellos fastos que pretendían modernizar La Habana.

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