El abuso y acoso a los menores a través de internet se han incrementado en todo el mundo con el apogeo de las nuevas tecnologías y las redes sociales.
El engaño pederasta o grooming, que consiste en las maniobras de una persona adulta para establecer vínculos de supuesta amistad con un menor con la intención de ganarse su confianza y luego explotarle sexualmente, es cada día más común.
Estas tretas se llevan a cabo por internet, a través de las redes sociales, salas de chat, juegos de video con interacción en línea y otras plataformas digitales.
El Informe Digital sobre tendencias digitales y de redes sociales en todo el mundo, de la plataforma DataReportal arrojó que, en la Isla, a comienzos de 2023 ya estaban conectados a Internet 7.97 millones de cubanos, había 6,69 millones de usuarios de redes sociales y un total de 6,67 millones de conexiones móviles celulares estaban activas.
En Cuba no existe una percepción de la amenaza que representa para niños y adolescentes la violencia digital, en especial el grooming, afirmaron activistas a Martí Noticias.
“Se ve agravado en Cuba por el hecho de que los padres, en primer lugar, no tienen conocimiento, conciencia detallada sobre este problema. Pero, además, el cubano promedio vive en una situación de supervivencia que le hace ocupar poco tiempo para la atención de sus hijos”, indicó el presidente de la independiente Corriente Martiana, Moisés Leonardo Rodríguez, con más de 40 años dedicados al magisterio.
“Por otro lado, yo no conozco que haya campaña alguna en las escuelas cubanas sobre este asunto, no hay una alerta. No conozco que se hagan campañas sistemáticas sobre el peligro que entraña el que los niños y adolescentes establezcan contacto a través de las redes sociales con desconocidos, sobre todo, cuando estos desconocidos empiezan a insinuar que los muchachos hagan cosas de carácter sexual a cambio de determinados favores”, señaló.
Entre 2021 y 2024, Cuba desarrolló la campaña “Mídete”, auspiciada por el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés) por la no violencia, en especial, en el escenario digital, informó la agencia Inter Press Service en Cuba, pero este tipo de acciones ha tenido poco impacto más allá de las redes de Unicef-Cuba.
En opinión del maestro, ya retirado, el contexto cubano empeora el riesgo de que menores sean víctimas de este flagelo “por la extrema pobreza, la añoranza que tienen niños y adolescentes, todos en general, sobre todo de cosas a veces superfluas, que si un teléfono, que si una recarga, que resulta impensable para ellos que sus padres puedan comprarle en su país. Esto junto a todo el debilitamiento del andamiaje moral de las personas”.
“Independientemente que el fenómeno es mundial, creo que en Cuba se ve agravado su impacto por estas situaciones. En los medios no tratan lo suficiente estos problemas, si es que los tratan. También está la disfuncionalidad de las instituciones castristas, específicamente, la policía”, apuntó.
Según Rodríguez, “nunca se oyen noticias de casos detectados de personas que se han llevado a los tribunales, o que sean requeridos en terceros países por estar haciendo esta práctica contra nuestros niños y adolescentes”.
Tampoco encontramos estadísticas oficiales que permitan evaluar cómo se comporta la violencia digital en el país.
La Resolución 105 del 2021 del Ministerio de las Comunicaciones contempla como incidentes contra la dignidad y la individualidad a la pornografía, el ciberacoso y el engaño pederasta, pero no se explican diáfanamente en la legislación penal.
La Red de redes es una herramienta de aprendizaje que permite acceder a conocimientos ilimitados y conectarnos con gente en cualquier parte del mundo, pero acarrea peligros a los que niños y adolescentes están expuestos.
“Cuba, como la mayoría de las sociedades, enfrenta una gran problemática con el uso del internet, sobre todo en las edades tempranas, en los niños y niñas, en los jóvenes, en los adolescentes, y es la exposición no deseada, materiales de contenido sexual en la red junto con la solicitud explícita de material de contenido sexual”, detalló la especialista en temas de género Ileana Álvarez.
“Cuba, que es un país muy deteriorado, moral y económicamente, y su tejido social, está profundamente dañado, no puede enfrentar estos problemas con eficacia. Entonces, se dan casos lamentables como este que ha ocurrido del pastor estadounidense”, precisó.
Hace pocos días, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos informó que un pastor de Wisconsin, Cory J. Herthel, fue condenado a 15 años de cárcel por delitos sexuales cometidos a través de Internet. Al menos dos de las víctimas fueron niños de Cuba.
De acuerdo con la investigación, en el caso de Cuba, se trató, primeramente, de un menor con el que Herthel estaba intercambiando imágenes y videos sexualmente explícitos. El pastor ayudó en el traslado del menor a España con el objetivo final de traerlo a los Estados Unidos.
Los registros judiciales muestran que Herthel solicitó imágenes y videos sexualmente explícitos de un segundo niño en Cuba, a quien, de igual forma, el pastor envió pagos monetarios.
“Se han hecho estudios que revelan que un 25% de los jóvenes que han tenido estas experiencias la consideran extremadamente desagradables y, aunque no se conoce bien cuál puede ser su alcance, estudios analizan el impacto negativo que la exposición a estos contenidos ejerce en la maduración sexual y en la vivencia de la sexualidad a medio y largo plazo”, apuntó la directora de la organización Alas Tensas, asentada en Madrid.
La experta recalcó la importancia de sensibilizar a la población y a las autoridades sobre la prevención, el asesoramiento y la denuncia como herramientas para frenar el flagelo.
“Se hace necesario la difusión y el desarrollo de programas específicos para el abordaje de la seguridad en red y, algo fundamental, la concientización y formación de los padres que, a veces, cometen el error de darle a edades muy tempranas sin advertencia a los niños el móvil sin ningún tipo de seguridad”, subrayó Álvarez
Asimismo, recomendó que madres, padres o responsables legales deben conocer las redes sociales de sus hijos, saber cómo funcionan, hacer un seguimiento del empleo que le dan y aconsejarles.
“El llamado sexting, el grooming y otros actos como el ciberacoso, el deepfake y demás, son violencias en redes a las que están expuestas todas las personas, pero, en particular, las edades más vulnerables”, concluyó la especialista.