MIAMI, Estados Unidos. — Ismael Hernández Chirino, uno de los pilotos cubanos que escapó de la Isla en un ala delta motorizada, ofreció sus primeras declaraciones a la prensa del sur de Florida tras haber sido liberado el pasado lunes del Centro de Detención de Krome para Inmigrantes.
Cuestionado sobre su salida del país en marzo del presente año, el joven, de 28 años, explicó que tanto él como su compañero de viaje acordaron rápidamente la decisión de abandonar la Isla. El resto era que las condiciones climatológicas permitieran la travesía.
“Nuestra preparación como pilotos nos hizo pensar que sí podíamos llegar, solo necesitábamos que Dios y el viento nos acompañaran. Ponernos de acuerdo fue algo bien sencillo. Ya el deseo estaba, solo necesitábamos apagar esa parte de nuestro cerebro que decía que nos íbamos a morir en el viaje”, dijo Hernández al periodista Mario Vallejo, de la cadena Univisión.
El piloto reveló que durante el viaje se mantuvieron a una altura “relativamente baja”, de entre 80 y 200 metros. Para completar el viaje contemplaron de antemano abastecer el aparato con un galón extra combustible.
Hernández Chirino y David López Alfonso aterrizaron en el Aeropuerto Internacional de Cayo Hueso sobre las 10:30 a.m. del sábado 25 de marzo de 2023. Tras su arribo a Estados Unidos, alegaron miedo creíble de regresar a Cuba.
Los pilotos recibieron asilo político el pasado 5 de julio, pero no fue hasta el pasado lunes que fueron puestos en libertad debido a que el gobierno de Estados Unidos se reservó el derecho de apelar la decisión, cosa que finalmente no sucedió. La noticia de que ya estaban en libertad fue confirmada a Radio Televisión Martí por Willy Allen, abogado a cargo del caso de los jóvenes.
