Miami, Florida – El gobernador de Florida, Ron DeSantis, anunció el pasado viernes un acuerdo con el Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. que permitirá a la Patrulla de Carreteras de Florida (FHP, por sus siglas en inglés) detener a migrantes indocumentados, entre otras facultades, y ponerlos en manos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés).
“El FHP tendrá autoridad ampliada para interrogar a cualquier persona sospechosa de ser un extranjero sobre su derecho a estar en Estados Unidos”, declaró DeSantis en una conferencia de prensa en Tallahassee. Aunque los agentes estatales no podrán arrestar por violaciones migratorias, sí podrán identificar y detener a personas para ICE.
Este acuerdo convierte a Florida en uno de los primeros estados en integrar de manera más activa a sus fuerzas de seguridad en la aplicación de políticas migratorias federales. “Ahora es la oportunidad final para acabar de una vez por todas con la crisis de inmigración ilegal en este país”, enfatizó el gobernador, quien destacó que la medida busca acelerar las deportaciones.
Governor DeSantis Announces Agreement with ICE on Illegal Immigration Enforcement https://t.co/7gXdHn6NAq
— Ron DeSantis (@GovRonDeSantis) February 7, 2025
En su cuenta de la red social X, DeSantis calificó el acuerdo de “histórico” y dijo que serviría para “llevar a cabo la misión del presidente Trump de restaurar la soberanía” de Estados Unidos.
“Este acuerdo permite a los agentes de la ley estatal de la Patrulla de Carreteras de Florida entregar y ejecutar órdenes de arresto por violaciones de inmigración, arrestar a cualquier extranjero que intente ingresar a nuestro país ilegalmente y entregarlo al ICE sin demora, e interrogar a los presuntos inmigrantes ilegales y detener a cualquier persona que viole nuestras leyes de inmigración”, resumió el político republicano.
La iniciativa ha sido criticada por legisladores estatales y organizaciones de derechos humanos, quienes advierten sobre el impacto en comunidades inmigrantes. Además, la implementación de esta medida ocurre en un contexto de desacuerdo dentro del Partido Republicano en Florida sobre la nueva legislación migratoria.
