Los dos conciertos privados que la cantante Norah Jones ofrecería en febrero en La Habana, Cuba, al parecer fueron cancelados, según informó El Nuevo Herald.
Actualmente las publicaciones de la artista haciendo referencia al concierto han desaparecido y el sitio web donde aparecían ofertas que rondaban los 8 000 dólares también.
La prensa independiente había informado que el hospedaje sería en hoteles como el Hotel Grand Aston, perteneciente a la cadena hotelera Gaviota Tour, dependencia de GAESA, conglomerado empresarial que es propiedad de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y que está sancionado por los Estados Unidos.
El Nuevo Herald precisó que el hotel no está en la lista de entidades restringidas de Cuba que prohíbe transacciones, por lo que legalmente los estadounidenses pueden reservar allí, pero el senador Marco Rubio solicitó actualizar la lista para cerrar esta “brecha” en las sanciones.
El medio de prensa intentó contactar con el manager de Jones, John Silva, y con la compañía Dreamcatcher Events, organizadora del evento, mas estos no respondieron.
Marco Rubio expuso que ese viaje financiaría al régimen cubano, que reprime y tortura a presos políticos. También otros activistas y artistas criticaron los conciertos programados de Jones y los astronómicos precios del tour, que ascendía a 8 600 dólares.
Con el fin de cancelar los conciertos se lanzó una petición en la plataforma change.org.
La petición, liderada por la artista cubana exiliada Lía Villares, estaba dirigida a Jones, a quien se le pedía suspender el viaje a la isla y apoyar “al pueblo cubano bajo la opresión”.
“Soy una gran seguidora de Norah Jones y por eso inicié la petición. Hay que boicotear todos los eventos que impulsen las agendas represivas de regímenes autoritarios en cualquier parte del planeta, sobre todo cuando se trata de tus artistas favoritos. Porque soy su fan la insto a abrir sus bellos ojos y a alzar su bella voz en contra de todo régimen autoritario. Y defienda los valores democráticos que le protegen a ella todos sus derechos. A que se posicione en favor de los cubanos, de Luisma y de Maykel, que no tienen ninguno. Que han entregado su libertad personal a cambio de no quedarse en silencio y defender su expresión artística. Les pido a todos los que se solidaricen con los artistas encarcelados, con los manifestantes pacíficos del 11J presos desde hace más de 2 años por pedir libertad en esas mismas calles a donde llevarán a Norah de paseo turístico y con todos los presos de conciencia en Cuba que suman más de mil”, declaró Villares a ADN Cuba.
El texto menciona la censura y represión que sufren los artistas del país, que no tienen la oportunidad de subir a un escenario, como ella sí puede hacerlo.
Los firmantes le dijeron a la artista estadounidense que, de concretarse los conciertos en el Teatro Martí el próximo año, eso podría verse como un apoyo al régimen de La Habana.
