Los niños cubanos de entre siete y 13 años han comenzado a recibir sirope en lugar de la leche y el yogur que el Estado vendía de manera racionada. Aunque las autoridades han sido discretas con el anuncio del cambio, la prensa oficial ha aludido a la fabricación y venta del producto, que contiene varios aditivos de alta peligrosidad.
Según la etiqueta, el sirope, que ya se ha comenzado a distribuir en pomos de dos litros en todo el país, se fabrica con sustancias perjudiciales sobre todo para el consumo infantil. Es el caso del colorante E-102 (tartracina), el preservante E-211 (benzoato de sodio) y el edulcorante E-952 (ciclamato) considerados como tóxicos por las organizaciones sanitarias mundiales. También se le añaden los ácidos E-330 y E-338, sospechosos por su origen químico.
La escasez de azúcar es uno de los problemas que enfrenta la producción del líquido en la Isla. “En Ciego de Ávila se ha sustituido por neotame”, un potente edulcorante, explica a 14ymedio uno de los trabajadores de la fábrica de vinagre, refrescos y sirope de esa provincia. “Cada kilogramo de neotame sustituye a 4,2 toneladas de azúcar refinada”, detalla.
“También se han vendido saborizantes, que es la concentración de sirope sin azúcar. En las casas, los consumidores tienen que preparar un vaso de agua con azúcar y añadir el sirope”, explica. El líquido –que puede ser de fresa, naranja, mandarina o piña– contiene varias sustancias, además del edulcorante, que se “fabrican a partir de aceites esenciales que se compran fuera de Cuba”.
“También se han vendido saborizantes, que es la concentración de sirope sin azúcar. En las casas, los consumidores tienen que preparar un vaso de agua con azúcar y añadir el sirope”
En Baracoa, Guantánamo, la fábrica local de refrescos embotella diariamente 3.000 pomos de dos litros de sirope para “sustituir” los productos lácteos que “ya no se reparten” a los niños de la provincia. Los trabajadores, que sufren apagones ocasionales, aseguran que de haber cortes eléctricos “tendrán que correr el horario de trabajo” y proseguir el embotellamiento de forma manual. Las autoridades, afirman los directivos de la fábrica, “han garantizado las materias primas”, pero se ha tenido que fabricar el sirope con azúcar crudo, a falta de refinado.
La debacle de la canasta básica ha venido agravándose en los últimos meses y ya alcanza a los productos destinados a los niños. Incluso en Sancti Spíritus, una de las provincias que contaba con un abastecimiento estable de leche, se suspendió en marzo la entrega del producto a quienes contaban con dietas médicas. En su lugar, comenzó a repartirse leche saborizada.
Un mes antes, las autoridades habían reconocido que el suministro en la provincia era “intermitente” por retrasos en las entregas de los ganaderos, que enfrentaron una sequía notable además de la falta de insumos para su trabajo.
La producción estatal de leche de vaca se ha venido a pique en Cuba con una caída del 95,2% entre 1989 y 2020, mientras que el sector privado mostró un crecimiento del 105,9%. Sin embargo, no es suficiente para compensar el derrumbe de las plantas nacionales, por lo que la producción de leche en Cuba ha caído 59,3% en los últimos 21 años y pasó de producir más de 1,12 millones de toneladas a 455.300.
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