El opositor Miguel Ángel López Herrera, residente en la provincia de Guantánamo, además de estar enfermo y no recibir adecuada atención médica, ahora es acosado por personas relacionadas con la Seguridad del Estado en su barrio.
Según un reporte de la organización Cubalex, un grupo de vecinos miembros de las de las Brigadas de Respuesta Rápida irrumpieron en la vivienda de López Herrera y colocaron una hamaca en su patio, desde donde lo vigilan.
Las autoridades ignoran los reclamos del activista tras esta violación a su domicilio.
López Herrera declaró a ADN Cuba que este acto de acoso comenzó el sábado anterior, con el objetivo de “crear conflicto y que yo discuta con ellos. Fui a buscar al jefe de sector y no estaba; fui a ver la presidenta del CDR y se hizo la indiferente. Ellos no hicieron eso por decisión personal. Yo realmente con mis vecinos no tengo ningún tipo de problema, pero se han prestado para eso por beneficios que les da Seguridad del Estado y la policía”.
Ya las personas se retiraron de su vivienda, pero el activista denunció que podrían regresar en cualquier momento.
A inicios de noviembre el opositor denunció las dificultades que enfrenta para acceder a una cirugía en la isla. López Herrera es paciente de hiperplasia prostática severa y tiene una sonda puesta desde enero del presente año.
López Herrera declaró anteriormente a ADN Cuba que su padecimiento requiere de una cirugía, pero que, al principio de su tratamiento, los especialistas que lo atienden nunca le hablaron de eso.
Gracias a la colaboración de miembros del partido al que pertenece, Cuba Independiente y Democrática (CID), el opositor ha tenido cubiertos algunos medicamentos e insumos para su enfermedad, pues la Salud Pública cubana no dispone de ellos.
López Herrera reclamó sobre su situación en la Dirección Provincial de Salud de Guantánamo y allí lo pusieron en una lista de espera para la cirugía, donde se encuentra hace más de dos meses.
“Tuve que batallar fuerte para que la Dirección Provincial me autorizara la operación. ¿Acaso tengo que morirme? Porque yo no soy millonario, y todo el mundo comenta en la calle que para ser atendido rápidamente hace falta pagar 30 mil pesos. Pido un poco de justicia”, añadió.
Hace más de dos semanas, el activista tuvo una reunión con el director del Hospital Agustino Neto, en Guantánamo, y le dijeron que la lista de espera puede durar hasta tres años, explicó a ADN Cuba.
“Si no veo respuesta, en diciembre me voy a declarar en una huelga de hambre indefinida porque está en riesgo mi vida“, confirmó.
El opositor ha sido preso político en dos ocasiones. La última vez, en 2016, llevó a cabo una huelga de hambre de 45 días por una sanción en su contra debido al impago de una multa arbitraria.