José Antonio Pompa López, reconocido opositor pacífico y expreso político cubano, fue arrestado en su residencia de La Habana Vieja por agentes de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR). El activista denunció vía telefónica el arresto inminente momentos antes de que ocurriera, indicando que el jefe de sector lo requería para ser llevado a la estación de policía, donde la Seguridad del Estado deseaba hablar con él, según reporta Cubanet.
Su esposa, Suarmi Hernández Vilar, confirmó que su esposo fue trasladado a la estación de Dragones según la información proporcionada por el jefe de sector. Aunque inicialmente se mencionó que sería una conversación, la incertidumbre sobre el destino de Pompa López en manos de la seguridad persiste.
La semana anterior, el opositor y miembro de la Coalición de Cuentapropistas Cubanos había colocado un cartel en su balcón con el mensaje “S.O.S mis hijos se mueren de hambre”. La Seguridad del Estado lo visitó posteriormente exigiendo la retirada del cartel.
El activista, anteriormente empleado como elaborador de pizzas en una pizzería privada llamada Pizzas Pachi, fue despedido debido a presiones de la Seguridad del Estado, lo que empeoró su situación económica. La razón del despido, según Pompa López, fue su postura política en contra del régimen cubano.
En respuesta a la represión sufrida, decidió realizar la protesta alegando la difícil situación económica que atravesaba, agravada por su despido injusto. Este no es el primer enfrentamiento de Pompa López con las autoridades; ha sido enviado a prisión en dos ocasiones por participar en protestas públicas, siendo condenado a dos años y medio por “desorden público”. En 2011, también fue expulsado de su empleo debido al hostigamiento de los órganos represivos del régimen.
La situación de Pompa López refleja la constante persecución y acoso que enfrentan los opositores en Cuba, donde expresar descontento con el gobierno puede resultar en represalias y violaciones a los derechos fundamentales.
