MIAMI, Estados Unidos. – La tragedia ocurrida el pasado 7 de enero en un almacén de armamento y municiones de la localidad de Melones, en el municipio holguinero de Rafael Freyre, Holguín, continúa generando reclamos y mensajes de pesar en las redes sociales. Varios usuarios han expresado su indignación por la desaparición y presunta muerte de jóvenes reclutas a quienes el Gobierno obligó a cumplir el Servicio Militar Activo (SMA).
“La madre está destrozada, casi se muere con la noticia y hasta en terapia hubo que ingresarla”, aseguró a Diario de Cuba un amigo cercano de la familia de Héctor Adrián Batista Zayas, uno de los desaparecidos en el siniestro. Héctor, de 20 años y residente en el barrio La Pedrona (Mayarí), era “hijo único” y todavía no ha sido localizado, según indicaron vecinos.
En el grupo de Facebook “Revolico Banes Obelisco”, el usuario Cristian Tatto lamentó la pérdida de José Carlos Guerrero García, uno de los nueve reclutas desaparecidos en el almacén militar de Melones: “Es algo que se va a quedar siempre con nosotros porque, muchacho, como tú no hay dos. (…) Aún no me lo creo cómo te perdimos sin tener culpa de nada”.
Otros usuarios se sumaron al reclamo de justicia y exigieron el fin del reclutamiento militar forzado de menores de 20 años. “No más niños al Servicio Militar, que [las autoridades] manden a sus hijos, no a los nuestros”, escribió Amanda Hernández.
La usuaria Rosalba Álvarez expresó su consternación y rechazó la idea de que su hijo también sirva en las Fuerzas Armadas: “Yo digo que mi hijo no va más para allí, que me metan presa, pero él no va más”. Gabriela Ajo coincidió en también pidió el fin del servicio militar de carácter obligatorio y Keyter Álvarez culpó al régimen por mantener a jóvenes reclutas “sufriendo” y “separados de sus casas”.
Cinco días después de las explosiones, la zona continuaba restringida, sin que las autoridades ofrecieran información precisa sobre la búsqueda de los desaparecidos. El Ministerio de las Fuerzas Armadas (MINFAR) confirmó el 7 de enero que 13 personas se encontraban en paradero desconocido —entre ellas nueve reclutas—, pero, hasta ahora, no han informado que las labores de rescate se hayan iniciado.
A pesar de la escasa información oficial, que ha hecho silencio total en los últimos días, amigos y familiares de las víctimas insisten en que se deben emprender acciones de rescate con urgencia, ya que muchos de ellos aún guardan la esperanza de encontrar a sus seres queridos con vida. “No han buscado en ningún momento (…). [El miércoles 8 de enero] Fueron a casa de los padres y comunicaron que no había probabilidad de vida”, explicó a CubaNet el tío de otro recluta desaparecido.
El pasado viernes, 10 de enero, el Ministerio de las Fuerzas Armadas (MINFAR) informó que las cientos de personas evacuadas después de las explosiones del 7 de enero en la Obra Protectora de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, en la localidad de Melones, habían retornado a sus viviendas.
Por su parte, Joel Queipo Ruiz, primer secretario del PCC en Holguín, aseguró en Facebook que se continuaban realizando “acciones especializadas en los límites de un determinado radio hacia afuera del centro del lugar”.
“Aún no es posible entrar al sitio específico del hecho por estar activo el proceso de explosiones, aunque con menor fuerza que en días anteriores, pero con peligros para la integridad física de cualquier acción humana”, precisó.
Sin embargo, el MINFAR solo se limitó a decir que “en cuanto las condiciones lo permitan se accederá al lugar con todas las medidas de protección establecidas” y aseguró que mantenía el contacto con los familiares de “los desaparecidos”, de los que no ofreció ninguna nueva información.
El mismo día del siniestro, el MINFAR anunció que 13 personas estaban desaparecidas. La información se limitó a un listado con el nombre de los desaparecidos (dos con el grado de mayor, dos segundos suboficiales; y nueve, identificados como “soldados” que cumplían el Servicio Militar).
La escueta nota de ese momento solo agregó que sus familiares habían sido informados y continuaban las acciones de investigación en el lugar de los hechos.
“No han buscado en ningún momento. Les dijeron a los familiares que no podían hacerlo porque podían ocasionar más explosiones y no podían arriesgar más vidas, y debían esperar 72 horas”, dijo a este jueves a CubaNet Jesús Antonio, tío del recluta Liander José García Oliva, de 19 años.
El pasado jueves, el diario oficial Granma publicó un artículo para destacar las labores de evacuación realizadas y el valor de militares y funcionarios al estar cerca de las zonas explosivas. En el artículo omitieron si habían intentado tareas de rescate, y qué creían los expertos sobre el estado de los desaparecidos.