Tres organizaciones independientes hicieron pública este martes una declaración en la que exigen al Gobierno cubano mayores libertades económicas y de mercado para enfrentar la crisis estructural a la que se enfrenta el país. La Liga de Campesinos Independientes, la Federación Latinoamericana de Mujeres Rurales y la Asociación Sindical Independiente de Cuba denunciaron además que el Estado sigue “concediendo privilegios a las mipymes” (micro, medianas y pequeñas empresas), que actúan como meras importadoras, en lugar de favorecer la producción interna para paliar la evidente “hambruna” que azota a la Isla.
Según refirieron las asociaciones, las mipymes, que han comenzado a dominar el escenario económico cubano durante el último año, no son más que un “antifaz” del Gobierno para pretender una “supuesta apertura de una economía de mercado”. “Nada más lejos de la realidad. No son un paso hacia la libertad económica, sino otra treta para evitarla”, sentencia el comunicado.
El documento señala además que la creación de este “falso sector privado” tiene como objetivo “evadir las sanciones externas al sector estatal”
El documento señala además que la creación de este “falso sector privado” tiene como objetivo “evadir las sanciones externas al sector estatal”, en particular las de EE UU, cuando la realidad es que las autoridades llevan años asfixiando fiscalmente a cientos de cuentapropistas.
“Las mipymes –con una larga cadena de filtros y autorizaciones para registrarlas que garantiza la discriminación ideológica– no son siquiera un primer paso en la dirección correcta (…). Es imprescindible la creación de un genuino sector privado y el pleno respeto de un grupo básico de libertades”, refiere el texto.
“No necesitamos empresas importadoras de alimentos como Gaesa [el grupo empresarial de las Fuerzas Armadas] y sus mipymes, sino libertad económica para producirlos en Cuba. No se asegura la comida de la población aplastando al productor agrícola y concediendo privilegios a mipymes. La diáspora –cuando se respeten las libertades que aquí exigimos– será el principal inversionista inicial de la reconstrucción del país con plenos derechos”, prosigue el comunicado.
Las organizaciones recordaron también que en abril de 2020 los campesinos cubanos independientes habían sugerido la adopción de cinco medidas para garantizar la seguridad alimentaria. “Ninguna se adoptó y como respuesta se decretaron más de sesenta que no funcionaron. Así lo reconoció la última sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular. Hoy el espectro del hambre cerca a la ciudadanía”, denunciaron.
Dentro de las medidas exigidas al Estado se encuentra el registro, sin “autorizaciones selectivas y excluyentes”, de tierras, emprendimientos y negocios privados; el respeto a la autoridad del campesino sobre su tierra, lo que produce y el derecho a vender su producción sin “intermediarios” estatales; la libertad para que cada negocio escoja a los inversionistas, socios, empleados y comercializadoras que prefiera, dentro o fuera del país; autorizar la participación del sector privado en subastas “en pie de igualdad y transparencia”; y el establecimiento de garantías contra expropiaciones, así como la gestión de los conflictos legales a través de un tribunal independiente.
“Esta crisis es ante todo el resultado de un modelo estatista fracasado que bloquea internamente las libertades económicas y no es posible corregir por vía del diálogo. Expresarse libremente, incluso en internet, es ya imposible sin correr grandes riesgos bajo el nuevo código penal. Pero es nuestro derecho y deber hacerlo”, explicaron las organizaciones que exigieron además la liberación de todos los presos políticos.
Algunos analistas, como el economista cubano Pedro Monreal, también han expresado su preocupación con la dimensión “política” de las mipymes. “Las mipymes no se limitan a ser ‘negocios’. Son expresión de la política”, aseguró Monreal en una publicación en la red social X (Twitter), mientras explicaba que “incluso una transformación económica parcial e incompleta que involucre nuevos actores dinámicos tiene efectos políticos en el sentido de que implica una redistribución sobre el control de activos e ingresos, que es una de las bases del poder”.
“Adórnese como se quiera, pero las ‘mipymes’ van a ser percibidas siempre como un riesgo calculado desde el poder político que las permitió”
“Adórnese como se quiera, pero las mipymes van a ser percibidas siempre como un riesgo calculado desde el poder político que las permitió”, aseguró.
La divulgación del documento coincidió con la cita en Miami entre unos 70 empresarios cubanos residentes en la Isla y un grupo de cubanoamericanos que intentan dar alas al sector privado en Cuba. Días antes, durante su visita a Nueva York para asistir a la Asamblea de Naciones Unidas, Miguel Díaz-Canel se había reunido con un grupo de empresarios estadounidenses para discutir “las nuevas oportunidades de negocios” que podrán tener en Cuba.
Varios funcionarios de la delegación cubana informaron, sin más detalles, de que el régimen valora permitir que los cubanoamericanos posean negocios en la Isla, y para ello está preparando “transformaciones” económicas atractivas para los potenciales socios.
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