LA HABANA, Cuba. – Los prisioneros del 11J Denis Hernández Ramírez, Joel Díaz Hernández y Aleandry Lechuga Junco denunciaron vía telefónica este 6 de agosto las condiciones de cautiverio que sufren los reclusos en la cárcel de máximo rigor de Guanajay, específicamente quienes se encuentran encerrados en el destacamento número 10, en su mayoría manifestantes del 11J.
Hernández Ramírez se refirió a las malas condiciones higiénico-sanitarias de la instalación, las cuales han denunciado “en varias ocasiones” ante las autoridades competentes, aseguró.
El reo también destacó “la enorme cantidad de cucarachas” que “duermen con ellos”, y agregó que hay plagas de otros vectores como jejenes, mosquitos y chinches (estas últimas han infestado las tablas de las literas triples).
El manifestante del 11J denunció, además, la poca ventilación que existe en el destacamento, así como la deficiente calidad de la alimentación: “insípida, sin proteína y sin derecho a dieta balanceada”. Asimismo, informó que, frecuentemente, como sucedió el 3 de agosto, les sirven una sustancia pastosa ―cuya composición los prisioneros desconocen― con “muy mal olor” y “prácticamente podrida”.
Por su parte, el también prisionero del 11J Joel Díaz Hernández, vicepresidente del Movimiento Alianza Cívica Insurreccional (MACI), presidido por Rolando Yusef Pérez Morera (activista y manifestante del 11J quien se encuentra igualmente encarcelado), denunció a su vez el hacinamiento, las condiciones “infrahumanas” y la presencia de numerosos vectores transmisores de enfermedades, como chinches y cucarachas.
Díaz Hernández se refirió también a la “tremenda humedad” existente en el destacamento 10, cuyos baños están “llenos de limo” y dijo que “la limpieza es caótica y la alimentación, peor”.
Otro manifestante del 11J prisionero en el destacamento número 10 de la cárcel de Guanajay, Aleandry Lechuga Junco, también denunció las malas condiciones de vida a que los tienen sometidos los militares. “Esto parece un potrero, hay todo tipo de bichos, lo mismo chinches que cucarachas”.
Lechuga Junco calificó de “criminal” lo que hacen con ellos: las malas condiciones de cautiverio, la mala alimentación y la falta de ventilación.
El prisionero del 11J describió la comida como “mal elaborada”, con “peste a podrido”. Según precisó, la ración de arroz es de unos 140 o 150 gramos y viene acompañada de “una pasta con gusanos” y una sopa “que es agua hervida, tan clara que se ve el fondo del recipiente”.
Lechuga Junco indicó, además, que los 54 prisioneros que integran el destacamento disponen de un solo hueco en el piso para sus necesidades fisiológicas.
“No es para seres humanos, es para animales”, sentenció.
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