Las autoridades capitalinas han lanzado un segundo operativo de control de precios minoristas en la capital, esta vez dirigido a establecimientos de tecnología, generando un nuevo debate sobre las prácticas gubernamentales y sus repercusiones en la economía local.
Durante los días 4 y 5 de este mes, se han impuesto multas que oscilan entre 500 y 8,000 pesos a negocios estatales y privados que se dedican principalmente a la venta de alimentos.
Las principales infracciones detectadas en esta operación incluyen la venta de productos no autorizados . La facturación sin precios visibles, revendedores que ofrecían productos de alta demanda a precios exorbitantes, violación de los precios acordados y la venta de artículos de mala calidad a precios por encima de lo establecido.
Si bien es importante abordar prácticas comerciales deshonestas, las multas parecen ser una solución superficial a problemas económicos más profundos.
A pesar de que el comunicado emitido por el Ministerio de Finanzas y Precios y el Gobierno de La Habana no detalla las cantidades específicas de las multas, cabe señalar que estas se basaron en los decretos 30 y 45 del año 2021 del Consejo de Estado.
El Decreto 30/21 establece sanciones para la violación de las normas de precios y tarifas, mientras que el Decreto Ley 45/21 regula las contravenciones en el ejercicio de actividades económicas por cuenta propia en el país. Sin embargo, esto plantea la pregunta de si estas multas realmente resuelven los problemas subyacentes que afectan a la economía de Cuba.
Segunda redada
La fiscalización de precios, la segunda desde agosto pasado, se realizó en 14 municipios de la provincia de La Habana, con la excepción del municipio de El Cotorro.
Esta operación ha sido respaldada por algunos ciudadanos, especialmente por aquellos sectores más vulnerables que han experimentado dificultades para adquirir esos artículos.
Sin embargo, las críticas no se han hecho esperar. Muchos consideran que estas medidas no abordan de manera efectiva el crecimiento de la inflación y el aumento generalizado de los precios en el país. Es evidente que una economía más abierta y competitiva podría ser la solución a largo plazo, en lugar de recurrir a sanciones arbitrarias.
Según el Ministro de Finanzas y Precios, Vladimir Regueiro Ale, los precios en Cuba han aumentado un 18% en lo que va de 2023 y un 45% con respecto al mismo período del año anterior. A pesar de las medidas implementadas, aún no se ha logrado alcanzar el objetivo de controlar la inflación debido a factores que inciden en su implementación y cumplimiento. La alta tasa de inflación y la escasez de alimentos en Cuba son señales claras de que se necesitan cambios estructurales más profundos en la economía.
🔔El @finanzasprecios realizó segunda acción de control de precios minoristas en la Capital, en coordinación con el @gobhabana y en beneficio de la población, durante los días 4 y 5 de octubre.
Para más información puede consultar 👇:https://t.co/ISSKB6YtfQ#FinanzasyPrecios— Ministerio de Finanzas y Precios Cuba (@finanzasprecios) October 11, 2023