La semana pasada perdía la vida Jorge Luis Jorrin Guides, de 54 años, en un siniestro similar en La Habana Vieja
Juan Diego Rodríguez, La Habana |
Un hombre perdió la vida la madrugada de este jueves en un derrumbe parcial en Centro Habana. El suceso, informó en sus redes la propia Asamblea Municipal del Poder Popular, tuvo lugar en la calle Maloja, entre Oquendo y Márquez González, cuando se desprendió el techo de una vivienda y, con ello, colapsó parte de la estructura. Sobre el fallecido no dieron ningún dato.
En las imágenes difundidas por las propias autoridades se observa a los bomberos y otros servicios de emergencia cuando aún no había amanecido, pero hacia las 11 de la mañana, 14ymedio atestiguó muy poco rastro de la tragedia. Un grupo de vecinos se arremolinaba en la puerta de la vivienda afectada, en silencio y observando a los transeúntes con suspicacia. Estacionado a unos metros había un camión de donde unos trabajadores descargaban postes de madera, de los que normalmente se utilizan para apuntalar las construcciones venidas abajo. “¿Me puedes traer un poco más de madera?”, pedía uno de ellos al chofer. “Es para resolver un casito ahí”.
“¿Me puedes traer un poco más de madera?”, pedía uno de ellos al chofer. “Es para resolver un casito ahí”
El de este jueves es el segundo siniestro de estas características que se produce en la capital cubana en poco más de una semana. El pasado 20 de septiembre otro hombre, Jorge Luis Jorrin Guides, de 54 años, murió en un derrumbe interior en La Habana Vieja, concretamente en el número 913 de la calle Compostela, entre Velasco y Desamparados.
Tanto Centro Habana como La Habana Vieja son frecuentes escenarios de derrumbes por la falta de mantenimiento de los edificios antiguos. La situación se complica por la acumulación de humedad y la incidencia del salitre.
El pasado marzo, una mujer y su bebé fueron heridos en otro suceso similar. El descontento por las condiciones precarias de las infraestructuras llevó a que en agosto de 2022 un grupo de familias en la calle Habana, entre Aguiar y Muralla, en la zona más antigua de la capital, saliera a la calle con sus pertenencias en señal de protesta después de que el techo del edificio colapsara y pasaran días sin que se solucionara.
Algunos edificios no resisten y terminan derrumbándose por completo, como ocurrió en noviembre de 2022 en Refugio, entre Prado y Morro, donde se requirió un gran operativo de camiones de bomberos y hasta de perros de rescate para sacar de los escombros a tres personas.
Un mes antes, en La Habana Vieja, una niña falleció y otras tres personas resultaron heridas, dos mujeres y un niño. Los cuatro quedaron atrapados bajo el techo que se les vino encima, a primera hora de la mañana, en el solar donde vivían, en la calle Sol, entre Egido y Villegas.
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