El cubano Elionorkis Sanamé Durán murió el pasado 26 de septiembre a consecuencia de una golpiza que le propinó la Policía de Baracoa, Guantánamo, según una denuncia hecha pública por Cubalex, que confirmó la información con fuentes de esa localidad.
Residente en el reparto Joa, Sanamé fue detenido por la Policía “en la zona de Puente de Miel, localidad de Cabacú, cuando transportaba medio saco de leche en polvo”, detalla la nota. “Lo esposaron y trasladaron a la estación de la PNR (Policía Nacional Revolucionaria) donde, con las esposas puestas, fue rociado con gas en el rostro y recibió una golpiza por parte de varios oficiales”.
Cubalex añade que “varias fuentes de la zona declararon que desde afuera de la estación se escuchaban los gritos” de Sanamé. “Fue trasladado al Hospital General Octavio de la Concepción y de la Pedraja, de Baracoa, donde murió de un infarto, según dictaminaron los médicos”.
En su denuncia, la organización aclara que “en fotos del cadáver publicadas en Facebook por el periodista independiente Yoel Acosta, se aprecian lesiones” en el cuerpo del guantanamero.
Lo esposaron y trasladaron a la estación de la PNR donde, con las esposas puestas, fue rociado con gas en el rostro y recibió una golpiza por parte de varios oficiales”
El emigrado Ricardo Galbán, quien lleva la página Baracoa el pueblo denuncia, detalla que hace varios años la familia del fallecido había tenido un litigio en los tribunales por “las injusticias que se cometen a diario en ese pueblo”. Sanamé “fue condenado y llevaba solo 27 días en la calle, después de pagar su condena, cuando lo mataron”.
“Los policías lo asesinaron esposado y el forense de Baracoa certificó que fue un infarto aunque sabe que fue golpeado por la Policía. Fueron los policías los que lo mataron”, enfatiza.
La muerte de Sanamé no es un hecho aislado. Después de las protestas del 11J, los episodios de violencia policial han ido en aumento. Uno de los casos más lamentables y trágicos fue en Santa Clara, el asesinato del joven Zinédine Zidane Batista Álvarez.
El 1 de julio, Batista Álvarez se vio envuelto en una trifulca por un inmueble en el barrio de El Condado. Como resultado de la intervención policial, un agente inmovilizó al joven y lo remató con su pistola.
El padre del asesinado, Yosvany Batista, contó a 14ymedio que “los policías no intentaron calmar la situación sino que agudizaron la violencia”. La familia intentó, sin resultados, inciar un proceso legal contra el oficial que cometió el asesinato, con número de placa 15388 e identidad desconocida.
No es el único caso, aunque sí de los más graves, en que se han constatado la impunidad con que actúan los agentes del Ministerio del Interior. Tras la “orden de combate” emitida por Miguel Díaz-Canel el 11 de julio de 2021, los oficiales, uniformados y vestidos de civil, han golpeado, arrestado y acosado a numerosos ciudadanos en la Isla.
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