La etnóloga, escritora y pintora cubana Natalia Bolívar Aróstegui murió este domingo en La Habana a los 89 años, según informó la prensa oficial sin precisar la causa. Con el fallecimiento de la experta en religiones afrocubanas, la Isla pierde a una de las intelectuales más versátiles del siglo XX.
Nacida en la Ciudad de la Habana el 16 de septiembre de 1934, en el seno de una familia acomodada, de niña estudió ballet y fue campeona de natación en el Biltmore Yacht Club. Estudió en la escuela estadounidense St. George School de la capital cubana y después se matriculó en el centro católico Sagrado Corazón, donde se graduó de Bachiller en Ciencias y Letras.
A principios de los años 50, Bolívar tomó numerosos cursos en La Habana y Nueva York de chino, español o historia del arte cubano. Empezó a sentirse atraída por la antropología y especialmente por la cultura afrocubana, a la que se asomó desde muy temprano gracias a su niñera, Isabel Cantero.
“Como ella oía los cuentos de su madre, de origen congo, y en esos cuentos todo tenía vida, luego nos dormía con esas historias”, recordó en una entrevista
“Como ella oía los cuentos de su madre, de origen congo, y en esos cuentos todo tenía vida, luego nos dormía con esas historias”, recordó en una entrevista. “A mí el bichito de estudiar la cuestión afrocubana me viene de ella”.
Su pasión la llevó a trabajar en el Museo Nacional de Bellas Artes, como guía e intérprete de inglés y francés. Luego, pasó a la sala de Etnología Cubana de esa institución, donde compartió investigaciones con Lydia Cabrera. De la mano de la autora de El Monte y del antropólogo Fernando Ortiz se entrenó en temas como la metodología de la investigación, la etnografía y la etnografía afrocubana.
Junto a la antropología, Bolívar fue ganando conciencia política y a finales de los años 50 se incorporó al Directorio Revolucionario para luchar contra la dictadura de Fulgencia Batista. Formaba parte de la organización cuando varios de sus miembros intentaron asesinar al dictador en el Palacio Presidencial, una acción que fracasó.
En julio de 1958 fue arrestada y torturada en el temido Buró de Investigaciones de La Habana. Tras ser liberada se asiló en la Embajada de Brasil, pero finalmente salió del lugar y se sumergió en la clandestinidad.
En julio de 1958 fue arrestada y torturada en el temido Buró de Investigaciones de La Habana. Tras ser liberada se asiló en la Embajada de Brasil, pero finalmente salió del lugar y se sumergió en la clandestinidad
En enero de 1959, con la llegada al poder de Fidel Castro, líder del Movimiento 26 de julio, las figuras vinculadas al Directorio pasaron a un segundo plano en los entramados de poder. Bolívar fue nombrada directora del actualmente llamado Museo Nacional de Bellas Artes, del Museo Napoleónico, de Artes Decorativas y del Museo Numismático.
A partir de ahí desarrolla una carrera frenética que la lleva desde asesorar películas y obras de teatro, hasta dictar conferencias, publicar varios libros de antropología y organizar numerosas exposiciones. No obstante, su religiosidad la hizo vivir momentos muy duros en las décadas de mayor ateísmo del castrismo.
Entre sus libros, destacan títulos como Los Orishas en Cuba, un volumen que sufrió por años la censura antes de llegar a las librerías; Ituto: la muerte en los mitos y rituales afrocubanos; Opolopo Owó: los sistemas adivinatorios de la Regla de Ocha; Mitos y leyendas de la comida afrocubana y Cuba santa.
En los últimos años, sus críticas a la gestión del oficialismo subieron también de tono y en varias ocasiones lamentó la deriva autoritaria del régimen cubano.
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