Diocles Torralba González, uno de los integrantes de la “generación histórica” y caído en desgracia por su presunta implicación en el caso Ochoa, falleció este jueves a las 10 de la noche en su vivienda de La Habana. El ex ministro de Transporte y miembro del primer Comité Central del Partido Comunista de Cuba tenía 84 años y sufría un cáncer de colon en estado muy avanzado, según Café Fuerte.
Torralba (Palma Soriano, 1939) fue suegro de Tony de la Guardia, que estuvo casado con su hija María Elena. Pero también estuvo relativamente emparentado con los Castro, a través de la relación de su sobrina Dashiell con Antonio Castro Soto, el cuarto de los cinco hijos que Fidel tuvo con Dalia Soto del Valle. Su relación con los líderes de la Revolución tenía más larga data, ya que se unió al Movimiento 26 de Julio desde muy temprano y, posteriormente, se sumó al Ejército Rebelde en Sierra Maestra, donde llegó a ser capitán.
En aquel lugar conoció a Arnaldo Ochoa, con quien trabó una gran amistad que, sin saberlo entonces, acabaría marcando su destino muchos años después
Según su biografía, tuvo un destacado papel en la toma de la población en que nació, en diciembre de 1958. Un año después, tras el triunfo de la Revolución, viajó a la Unión Soviética, donde se formó militarmente en la Academia Frunze. En aquel lugar conoció a Arnaldo Ochoa, con quien trabó una gran amistad que, sin saberlo entonces, acabaría marcando su destino muchos años después. Ambos formaron parte del refuerzo de la guerrilla que en 1966 intentó, sin éxito, derribar el Gobierno de Raúl Leoni en Venezuela.
Su amistad con los Castro lo llevó al terreno político, entrando a formar parte del Primer Comité Central, celebrado en 1975, que lo llevó a convertirse en parte de esa generación histórica que hoy está de salida.
Fue ministro de la Industria Azucarera en sus años de gloria (1977 y 1985), cuando el sector dejó sus mayores zafras para el recuerdo, con la ayuda de la subvención de la URSS. En el año 1985 es designado ministro de Transporte, un puesto que ocupó hasta justo el día antes de la detención de su amigo, el general Ochoa, Tony de la Guardia y el resto de altos cargos de las Fuerzas Armadas que cayeron en aquella famosa causa por narcotráfico que se cerró con el fusilamiento de sus principales acusados.
La destitución de Torralba se produjo, según Granma en aquella fecha, por “conducta personal inmoral, disipada y corrupta”, y aunque se lo vinculó con “un caso distinto” de corrupción, el medio oficial del Partido Comunista insistió en que se trataba de “conductas distintas y problemas diferentes. Hay personas gravemente implicadas que mantienen lazos comunes con estos dos hombres”, indicó el medio.
Fue condenado a 20 años de prisión por malversación, abuso de autoridad, manejo indebido de recursos, ocupación ilícita de edificios y falsificación de documentos públicos
En el proceso judicial se determinó que, en algunas fiestas que Torralba celebraba en su casa –presuntamente llena de micrófonos–, se hacían referencias despectivas a Fidel Castro y otros miembros del Gobierno, así como a la situación general que se vivía en el país. Fue condenado a 20 años de prisión por malversación, abuso de autoridad, manejo indebido de recursos, ocupación ilícita de edificios y falsificación de documentos públicos.
Después de 10 años en prisión, fue puesto en libertad y vivió al margen de la actividad pública. Según Café Fuerte, sus restos serán cremados e inhumados en una ceremonia privada la próxima semana, en un cementerio sin determinar.
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