MADRID, España.- Este fin de semana un buque con más de 90.000 toneladas de petróleo ruso atracó en el muelle de la Base de Supertanqueros de Matanzas, según informó el Ministerio de Energía y Minas de Cuba en su cuenta oficial de X (antes Twitter).
“Ya en el muelle de la base de Supertanqueros de Matanzas, buque con más de 90.000 toneladas de petróleo ruso”, aseguró la entidad gubernamental.
Este envío se produce en medio de la crisis energética que atraviesa Cuba y los cortes de suministro que han desencadenado manifestaciones populares en la Isla.
A mediados de marzo, de acuerdo con un reporte de la agencia EFE, un carguero ruso con 650.000 barriles de petróleo salió de Moscú rumbo a La Habana.
Estos envíos ocurren en un contexto de visitas mutuas entre funcionarios de La Habana y Rusia, como la que tuvo lugar el 19 de febrero pasado del ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguei V. Lavrov, que volvió a ser un intercambio de adulación diplomática entre las dos naciones.
Además de los envíos de petróleo ruso, Venezuela ha sido un importante aliado en este sentido, enviando un promedio de 56.000 barriles de petróleo por día durante el 2023, lo que representó el 8% de las exportaciones anuales de ese país.
El levantamiento parcial de las sanciones impuestas al régimen de Nicolás Maduro por parte del Gobierno estadounidense facilitó en 2023 los envíos de crudo hacia Cuba, según un informe de Reuters.
De acuerdo con un estudio realizado por el Instituto de Energía de la Universidad de Texas, México envió un total de 7.435.000 barriles de petróleo crudo a Cuba entre el 2023 y el primer bimestre de 2024, representando un valor estimado de al menos 537 millones de dólares.
Estas “ayudas” al régimen, provenientes de Rusia, Venezuela y México, deberían contribuir a mitigar la crisis energética. Sin embargo, hasta el momento no ha sido así.
Cuba depende en gran medida de las termoeléctricas para generar electricidad. Estas plantas funcionan con combustibles fósiles como el petróleo, el carbón y el gas natural. La obsolescencia de las centrales eléctricas cubanas, muchas de ellas con más de 40 años de antigüedad, disminuye su eficiencia y aumenta la necesidad de combustible.
Ante este panorama, las autoridades han implementado extensos apagones programados y aumentos en el precio de la electricidad, medidas que solo empeoran la ya difícil situación del cubano.
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