El caos en Tapachula se mantiene, las autoridades no han sido capaces de apaciguar el ánimo frenético de miles de extranjeros varados en esa localidad del estado de Chiapas, en el sur de México, a la espera de obtener el documento que evidencie la tramitación de asilo.
Los interesados pasan hasta 4 días en cola, a la intemperie, bajo sol y lluvia, hasta que llegue el turno para entrar a la sede de la Comisión Mexicana para los Refugiados (COMAR).
De lo contrario, no queda otra que emprender camino en caravana hacia alguna otra ciudad de México o hacia la frontera con Estados Unidos. Pero, de ser detenidos sin papeles, como mejor salen, es el regreso obligatorio a Tapachula. Lo peor, el traslado expreso al centro de detención Estación Migratoria Siglo 21 con muchas posibilidades de que sean deportados.
En las últimas semanas, unos 150 cubanos han sido regresados a la isla desde México en dos vuelos, operaciones que no se realizaban desde el 3 de marzo.
En días recientes, en la nueva sede de la Comisión Mexicana para Refugiados en Tapachula, situada en el Parque Ecológico, se han registrado trifulcas entre extranjeros desesperados, que han echado abajo vallas e intentado ingresar al inmueble violentamente.
Han sido básicamente migrantes de Haití los protagonistas de por lo menos cuatro irrupciones que han dejado heridos leves y detenidos.
En declaraciones a Diario del Sur, el titular de COMAR, Andrés Alfonso, dijo que estos incidentes podrían desembocar en situaciones lamentables, por lo que se buscará prevenirlos mediante la presencia de fuerzas federales, estatales y municipales.
Asimismo, declaró que, a pesar de los incidentes, COMAR no prevé suspender sus actividades y continuará trabajando para atender a las miles de personas que llegan de Guatemala.
El funcionario agregó que actualmente la entidad está atendiendo un promedio de 1,200 personas diariamente, lo que ha superado su capacidad para brindar atención en un mismo día, su objetivo principal es evitar suspender actividades, siempre y cuando se garantice la seguridad de los trabajadores y los visitantes en el parque Ecológico.
COMAR ha dejado claro que la constancia de trámite de solicitud de reconocimiento de la condición de refugiado, no es un documento de tránsito por México, ni de estancia regular, es válida sólo en el Estado donde el migrante inició el trámite y protege al portador de ser devuelto a su país de origen.
El migrante debe presentar su solicitud en un plazo de 30 días hábiles después de haber ingresado a México por lo que si se encuentra fuera de lapso deberá explicar los motivos por lo que no presentó su solicitud en tiempo.
Este jueves, varios centenares de migrantes marcharon por las calles de Tapachula para pedir al Instituto Nacional de Migración (INM) que les otorgue la Forma Migratoria Múltiple que les permita circular por el territorio nacional y llegar a la frontera norte.
Muchos de los participantes se preparan para salir de Tapachula en caravana el próximo lunes, una iniciativa organizada por Pueblos Sin Fronteras, que asegura serán más de 3,000 personas, entre ellos cubanos, venezolanos, centroamericanos y haitianos.
A todo esto, la marioneta “Pequeña Amal”, que representa a una niña siria refugiada de nueve años, recorrerá varias ciudades mexicanas, incluida Tapachula, entre el 6 y el 26 de noviembre próximos.
De 3,5 metros de altura, la marioneta viajará de Tijuana a Tapachula, para reunirse con diversas comunidades, figuras públicas y agrupaciones artísticas en una treintena de actividades de bienvenida. México, es el primer país latinoamericano que visitará La Pequeña Amal, después de recorrer 14 naciones.
El recorrido lleva un mensaje de esperanza, tolerancia y solidaridad hacia miles de personas que se han visto forzadas a dejar sus hogares y familias, a causa de las guerras, la violencia y la persecución.
La marioneta se ha convertido en un símbolo mundial de los derechos humanos, especialmente de la infancia. Su mensaje clave es: “No se olviden de nosotros”.
Nicaragua la puerta hacia la emigración irregular
El gobierno sandinista estableció en 2021 el libre visado para los ciudadanos cubanos, según la nota oficial, con el “fin de promover el intercambio comercial, el turismo y la relación familiar humanitaria”.
En medio de una honda crisis, marcada por apagones, carencias de todo tipo, falta de medicamentos, y de libertades, La Habana accionaba la válvula de descompresión. Así dejaba el camino limpio para que miles de cubanos llegaran a Nicaragua y desde ahí, iniciaran la ruta por Centroamérica hasta la frontera mexico-estadounidense.
La decisión de los sandinistas se convirtió en dolor de cabeza no solo para los países de la región, sino también para Estados Unidos.
En comentarios que recoge la agencia AP, Manuel Orozco, director del Programa de Migración, Remesas y Desarrollo de Diálogo Interamericano, dijo que el gobierno de Daniel Ortega sabe que tiene pocas herramientas políticas importantes para enfrentarse a Estados Unidos, así que usa la migración como un arma de ataque.
“Este es definitivamente un ejemplo concreto de convertir la migración en un arma como política exterior”, dijo el analista.
Según, la funcionaria del Instituto Nicaragüense de Turismo, Ana Carolina García, los cubanos viajaban a Nicaragua principalmente deslumbrados por la belleza de los volcanes.
“Ellos no tienen volcanes, entonces es impresionante para ellos que nosotros tengamos ese volcán de lago de lava activo, y que lo pueden ver de cerca, que es una de nuestras fortalezas o nuestros productos estrellas en estos momentos”, afirmó García en declaraciones difundidas en 2019 cuando los antillanos comenzaron a hacer turismo de compras en ese país.
Cabe recordar que además de los cubanos, los migrantes de Venezuela también son fuente principal de origen del movimiento migratorio que pasa por Nicaragua.
“En los últimos dos años más de 400, 000 cubanos han intentado ingresar a Estados Unidos por la frontera con México y parece que el flujo no tendrá fin”, dijo a Martí Noticias, Jorge Duany, director del Instituto de Asuntos sobre Cuba de la Universidad Internacional de la Florida.
El académico mencionó como causas del éxodo desde Cuba, la crisis económica, el impacto muy fuerte de la pandemia, que Cuba aún no se recupera, y otros problemas que tienen que ver con la ineficiencia de la economía, la incapacidad de producir alimentos y medicinas, entre otros.