MIAMI, Estados Unidos. – Miembros del Club de Vinicultores “La Giraldilla”, de La Habana, expresaron su deseo de crear “una sociedad” legal en la Isla, de acuerdo con el reporte de la revista española Excelencias Gourmet.
Durante un encuentro en la Casa de Cultura “Joseíto Fernández”, de Centro Habana, Danilo Llanes Benítez, miembro de La Giraldilla, subrayó la importancia de crear una probable asociación para posicionar a Cuba en el mapa mundial de productores de vino. “Hoy los vinicultores de la mayor de las Antillas tienen gran fortaleza, amplios conocimientos y la experiencia necesaria para incrementar la producción y comercializar en el mercado interno e incluso exportar a otras naciones”, dijo.
El también comercializador y productor enfatizó que la creación de una entidad representativa podría mejorar significativamente la visibilidad de los vinos cubanos. “En la actualidad, somos invisibles ante los actores de la economía nacional y disponer de una asociación permitirá visualizar nuestras bebidas en la nación y en el mundo”, afirmó.
Para lograr estos objetivos, Llanes Benítez subrayó la necesidad de cooperación con centros científicos y organizaciones afines que puedan certificar la calidad de los vinos cubanos. Además, mencionó la importancia de participar en ferias nacionales e internacionales, usar energías renovables, capacitar a los miembros del club, y fomentar la presencia en el sector turístico y privado.
Entre las propuestas planteadas, también se incluye la creación de una enoteca nacional y el desarrollo de una revista especializada, así como la constitución de un Consejo Técnico Asesor y la colaboración con organismos estatales como el Ministerio de Turismo (MINTUR) o el de la Industria Alimentaria (MINAL) para ampliar el alcance de los vinos cubanos.
“Ya estamos comenzando a crecer y a entrar y vender en varios tipos de mercados”, afirmó Llanes Benítez.
Por su parte, Keiler Rodríguez, presidente de La Giraldilla, reiteró el llamado a la conformación de la nueva asociación, que considera esencial para el desarrollo y promoción de los vinos cubanos.
Aunque Llanes Benítez recordó que la Ley 54 de 1985, “Ley de Asociaciones”, instrumenta “el ejercicio del derecho de asociación reconocido constitucionalmente a todos los ciudadanos cubanos” no reconoció que la norma legal ha sido históricamente usada por el régimen de la Isla para legalizar solo las asociaciones que respondan a sus intereses y se presentan al mundo como “sociedad civil”.
De hecho, la actual Ley de Asociaciones prohíbe expresamente que se vayan a formar nuevas organizaciones o asociaciones religiosas en Cuba. La prohibición se extiende a casi todos los ámbitos de la sociedad, controlados con mano de hierro por el régimen de la Isla.
Aun así, dada la amplia cobertura en medios oficiales de las producciones y actividades de grupos de vinicultores a lo largo de la Isla, el régimen podría estar preparando el camino para crear la nueva asociación y crear una supuesta imagen de apertura.
De acuerdo con la revista Excelencias Cuba, el Club de Vinicultores “La Giraldilla” agrupa a más de 40 emprendedores, productores y comercializadores de vinos artesanales de La Habana.
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