El poblado de San Andrés en Holguín, con una población de unos 10 mil habitantes, ubicado a 19 kilómetros de la cabecera provincial, enfrenta un brote de dengue que está afectando a un número sustancial de habitantes, alertó este miércoles Dámaso Alberto Fernández.
“Ahora le puedo asegurar que ya hay un 75 % [de la poblacion] con el dengue… Es que en todos los hogares en San Andrés hay dengue. Aquí, en mi casa, el único que no lo tiene es mi papá. Somos cinco personas y cuatro lo tenemos”, dijo Fernández a Martí Noticias.
En la comunidad rural hay problemas con la recogida de desechos sólidos, lo que provoca la acumulación de vertederos. También es crítico el suministro de agua potable y escasean los productos de aseo, explicó el residente.
“El problema con el dengue que hay es que no recogen la basura, porque el tractor que recoge la basura no tiene combustible. Entonces, a principios de diciembre, de Holguín vino una brigadita a fumigar. Quedaron [de enviar] una brigada más grande; no vinieron más”, añadió.
También afecta al poblado el desabastecimiento de alimentos y medicamentos. “No hay ni una dipirona” para bajar la fiebre, y las autoridades sanitarias recomiendan a los pacientes tomar infusiones y reposo, explicó Fernández.
Dijo, además, que hay preocupación ante el empeoramiento de algunos enfermos, porque en la localidad hay solo un policlínico, y no disponen de medios de transporte para trasladar a los pacientes a la ciudad de Holguín.
“Lo que están diciendo es que se haga mucho reposo, y se tome mucha agua y cocimientos, y que se tome refresco de guayaba (…), porque no hay medicamentos, no hay de nada para contrarrestar el dengue, ni una pastilla que alivie los dolores. Yo tengo unos dolores en las articulaciones del cuerpo completo, en los ojos, fiebre. No hay nada, no hay nada, el pan viene un día sí, un día no”, se quejó el hombre.
Mientras, otra residente en esa comunidad, Natalia de la Caridad Velásquez, dijo a Martí Noticias que San Andrés cerró el año con un “elevado porciento” de casos de dengue. “Usted revisa una cuadra, y si no están todos en cama, hay uno, dos, tres…”, aseguró.
En su caso particular, una persona de su núcleo familiar se puso “bien mal, que por poco se me muere, con desmayos, sin recursos de un suero, ni de un calmante; eso ha sido muy fuerte, y la alimentación, ni hablar”, dijo la señora.
Según Velásquez, la insalubridad del lugar, donde vierte desde hace tiempo una fosa estatal y los vertederos de basura se acumulan sin ser recogidos, ha contribuido al brote de la enfermedad. Habló, además, de otros problemas, como la falta de recursos en los centros de salud, incluidas las ambulancias para el traslado de los enfermos.
“Conclusión, no tenemos de nada, ni para enfrentar este brote ni otras enfermedades”, dijo.
José Torroella Gutiérrez ha enfermado dos veces de dengue, y en esta ocasión el virus lo golpeó fuerte, en medio de la escasez de recursos para combatir la enfermedad, según explicó a Martí Noticias.
“No hay medicina, no hay comida, no hay nada. La higiene, malísima en este pueblo. Pasas por los barrios y las fosas vertiendo, no nos botan la basura”, apuntó.
El residente dijo que lo que sucede en San Andrés con el brote de dengue “es un caso crítico”, con al menos “un 60 porciento de la población contagiada.
“Hay personas que lo están resistiendo, pero hay personas mayores muriéndose. Tú vas al policlínico y lo que te dicen es: toma un cocimiento y consigue esto (medicamentos) por fuera (en el mercado negro)”, aseveró.
En diciembre de 2023, el ministro de Salud pública de Cuba, José Ángel Portal Miranda, reconoció que en el país hay transmisión de dengue en ocho provincias y que 55 municipios tienen el 81 % de todos los focos activos del mosquito Aedes Aegypti, transmisor de la enfermedad.
Los territorios más afectados son Pinar del Río, Villa Clara, Holguín, Las Tunas, Santiago de Cuba y Guantánamo.
“El dengue, por ejemplo, sigue siendo una enfermedad endémica en Cuba, pero de lo que se trata es de la capacidad que tengamos de incidir en su control a través de la divulgación, la preparación del personal de salud y la participación activa de la población”, señaló el ministro.
