LA HABANA, Cuba -. Masones cubanos apuestan por la unidad frente a las intromisiones del régimen cubano, y así lo evidenciaron este sábado al inaugurar bustos de los insignes patriotas Antonio Maceo, Carlos Manuel de Céspedes, Máximo Gómez y José Martí.
A la ceremonia desarrollada este 22 de junio en la Catedral Escocesa, sede del Supremo Consejo del Grado 33 para la República de Cuba, asistieron alrededor de un centenar de masones, Hijas de Acacia (rama femenina de la masonería en Cuba) e invitados.
“Estamos aquí todos convocados, sobrepasando una relación masónica, para llevarlo a una relación de la patria de todos los cubanos”, dijo José Ramón Viñas, Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo.
Los bustos fueron confeccionados con acero y cemento por el artista Andrés González, el mismo que realizó la estatua de José Martí que se encuentra en la Tribuna Antiimperialista de La Habana.
Antonio Maceo, Carlos Manuel de Céspedes, Máximo Gómez y José Martí fueron insignes patriotas y masones. La gesta independentista de 1868 se gestó en logias masónicas del Gran Oriente de Cuba y las Antillas (GOCA) donde llegó a ser un requisito ser iniciado para formar parte de la conjura.
Martí se iniciaría en la Orden masónica durante su destierro en España.
“Estamos pasando por una situación en nuestro país muy difícil, sobre todo en lo económico”, afirmó Viñas Alonso.
“Pero también estamos pasando por una situación difícil en nuestra institución masónica. Acá se ha dado hoy una solicitud de vínculo, de seguir apostando por la unidad, donde dos bustos fueron develados por el Supremo Consejo y los otros dos por logias simbólicas (Gran Logia de Cuba)”, añadió.
Las tensiones dentro de la Masonería en Cuba han escalado desde principios de año cuando ocurriera el robo de 19.000 dólares en la oficina del Gran Maestro de la Gran Logia de Cuba, Mario Urquía Carreño.
Pese a que este Gran Maestro fue expulsado por hechos considerados como “traición” a la Institución, el Ministerio de Justicia dispuso que fuera restituido en su cargo.
Urquía ya se instaló en la oficina del Gran Maestro en el onceno piso del edificio de la Gran Logia de Cuba, pero los masones se niegan a reconocerlo.
Ante estas circunstancias, a las que el Soberano hizo alusión indirecta, el líder masón considera que deben “demostrar que lo más importante es estar unidos”.
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