Unas 12 180 casas sufrieron afectaciones en Guantánamo por el paso del huracán Oscar por esa zona, lo que ha acrecentado la crisis habitacional en el Oriente de la isla.
Los municipios con mayores afectaciones fueron Baracoa, Maisí, San Antonio del Sur e Imías, reveló la prensa castrista.
Hasta ahora solo dos mil viviendas han sido inspeccionadas por autoridades del régimen y se confirman 140 derrumbes totales y 365 parciales.
Ante esta situación, el Consejo de Ministros ha anunciado una bonificación del 50% en el precio de los materiales de construcción para las personas con afectaciones totales o parciales en sus viviendas. Pero la mayoría de las personas que han perdido todo no tienen cómo costear esos materiales.
Las únicas opciones que da la dictadura en estos casos es solicitar créditos bancarios, “solicitar subsidios para la compra de materiales de construcción con cargo al Presupuesto del Estado, o solicitar financiamiento de la Asistencia Social, de conformidad con lo establecido en la legislación vigente”.
El Sistema de Naciones Unidas en Cuba estima que se necesitarán al menos 33,2 millones de dólares para cubrir las necesidades básicas y respaldar el proceso de recuperación a largo plazo en la región.
Esta cifra contempla no solo la rehabilitación de viviendas, sino también la restauración de servicios básicos como agua potable y electricidad.
Además de las afectaciones en el sector vivienda, el huracán ha causado daños en 634 instalaciones estatales, principalmente en los sectores de Educación, Salud y Comercio, así como en más de 56 kilómetros de vías.
El sector agrícola también ha sufrido pérdidas significativas, con 19 975 hectáreas de diferentes cultivos afectadas, en un país donde la escasez de alimentos es crítica.
El paso de Oscar evidenció los problemas organizativos del régimen frente a eventos meteorológicos y dejó al menos ocho muertos en Guantánamo y varios desaparecidos.
