MIAMI, Estados Unidos. – Hasta agosto de este año, los tribunales cubanos han juzgado a 1.615 personas por “conductas asociadas al delito de sacrificio ilegal de ganado mayor y tráfico de sus carnes”, según datos oficiales publicados este martes por el diario oficial Granma.
El medio detalló que al 90% de los sancionados se les impuso penas de privación de libertad, y de estos, el 78% recibió condenas de hasta 15 años de cárcel. La severidad de las sentencias “pone de manifiesto el rigor en el tratamiento a esas conductas, mayor que el que se aplica a algunos delitos que ponen en riesgo la vida humana”, señaló Granma.
Además, conforme a las disposiciones del Código Penal, a los acusados por estos delitos se les aplicaron, atendiendo a las circunstancias de los hechos, la confiscación de bienes y otras sanciones accesorias previstas en la ley. En los casos pertinentes, los responsables fueron obligados a indemnizar a los afectados por los perjuicios causados.
El “ejercicio de control del uso y tenencia de la tierra y la ganadería” comenzó el 1 de marzo y contempló la visita a más de 80.000 tenentes de ganado, tanto personas naturales como jurídicas. Las autoridades argumentan que esta acción busca “ordenar la masa ganadera y lograr una mayor disciplina en los campos, de modo que cada productor sepa la responsabilidad que tiene como criador de ganado con el control, el cuidado y la declaración de los eventos”.
El ministro de la Agricultura, Ydael Pérez Brito, al informar en el programa oficial Mesa Redonda sobre los primeros resultados de este control, atribuyó los bajos rendimientos de la ganadería al “hurto y sacrificio” ilegal. También mencionó otras ilegalidades como “las compraventas ilegales, los animales sin marcaje, así como las faltas y muertes que no contaban con la documentación adecuada”.
Sin embargo, críticos señalan que son las políticas agropecuarias del régimen las que han llevado al deterioro de la ganadería en la Isla. La intromisión estatal en la gestión de los ganaderos limita su autonomía, y sin los recursos necesarios, deben cuidar de sus reses en condiciones precarias, muchas veces arriesgando sus vidas ante la agresividad de quienes roban el ganado.
Incluso, Granma reconoció en abril que en Cuba “se han destruido las áreas ganaderas” y con ellas la industria que antes florecía. El campesino Miguel Valdés Carmenate, en entrevista con el periódico, señaló: “La ganadería en Cuba anda mal porque llevamos muchos años permitiendo que se destruya”.
“Se han destruido las áreas ganaderas; no podemos llegarle a la ganadería con todos los medicamentos, las sales minerales que ayudan al metabolismo de las vacas”, explicó Valdés Carmenate. “El bloqueo ha existido la vida entera, y no te digo que no haya afectado, pero con bloqueo y todo hubo ganadería en este país”.
Además, advirtió: “La ganadería en Cuba anda barranca abajo y, si no atajamos a tiempo el deterioro, seguirá hundiéndose. Solo con agua los animales no producen leche, aunque el agua sea el 87% de la leche”.
Economistas y expertos sostienen que la solución a la crisis del sector agropecuario en Cuba requiere transformaciones en la propiedad, el impulso de la empresa privada, un énfasis en el mercado, una institucionalidad de apoyo y garantías jurídicas para los privados.
