El senador de origen cubano Marco Rubio calificó como “bochornosa” la reciente reelección del régimen cubano para integrar el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas en el período 2024-2026.
Rubio dijo que Estados Unidos no debería participar como miembro del Consejo porque ese espacio “no tiene legitimidad ninguna”.
“Tú no puedes tener un comité de derechos humanos si los miembros violan los derechos humanos. Básicamente es un grupo de países que viola los derechos humanos y se unen a este organismo para protegerse y condenar a los países que les condenan a ellos”, mencionó en entrevista con Univisión.
EE.UU. no debe participar en el Consejo de DD.HH. de la ONU.
Es bochornoso que se haya reelecto a la dictadura criminal de Cuba como miembro. pic.twitter.com/UFHIdtDSS9
— Senator Marco Rubio (@SenMarcoRubio) October 15, 2023
El pasado 10 de octubre, el régimen cubano fue electo por segunda vez consecutiva para formar parte del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
La dictadura de La Habana obtuvo 146 votos a su favor a pesar de las críticas de organizaciones y activistas independientes debido a las violaciones de derechos humanos en la isla.
El Observatorio Cubano de Derechos Humanos declaró a ADN Cuba que, aunque previsible, la reelección es un duro golpe al pueblo cubano y refleja la crisis del sistema de protección de derechos humanos de la ONU.
Por su parte, Human Rights Watch expresó que Cuba no cumple con los requisitos básicos para integrar el Consejo y su nombramiento es lamentable.
Rosa María Payá, de Cuba Decide, calificó los resultados de indignantes y afirmó que los cubanos no esperan nada de la ONU. Consideró inmoral que países europeos hayan votado por Cuba pese al apoyo del régimen a Rusia.
Desde hace meses, organizaciones internacionales y activistas se oponían a la postulación cubana. El director de UN Watch afirmó que elegir a Cuba como juez de derechos humanos es como convertir a pirómanos en bomberos.
Finalmente, el régimen celebró su reelección. El canciller Bruno Rodríguez Parrilla la consideró un reconocimiento de la comunidad internacional a la labor humanista del régimen.