La situación de los derechos humanos en Cuba toma un nuevo giro de preocupación con la declaración de huelga de hambre de Yindra Elizástigui, madre del prisionero político cubano Luis Robles. La decisión de la madre se debe a la demora inexplicable en el cambio de régimen de su hijo, quien actualmente se encuentra recluido en el Combinado del Este, en La Habana.
La historia de Luis Robles es un ejemplo de la represión del régimen cubano hacia la disidencia pacífica. Robles fue encarcelado por participar en una manifestación pacífica en diciembre de 2020, donde exigía la liberación del rapero Denis Solís en el bulevar San Rafael de La Habana. A pesar de la naturaleza pacífica de la protesta y su breve duración, Robles fue condenado a cinco años de prisión.
La madre, Yindra Elizástigui, expresó su agotamiento ante las “mentiras del régimen” relacionadas con su hijo. En una publicación en Facebook, denunció la falta de acción por parte de las autoridades respecto al cambio de régimen, el cual le habían informado que estaba aprobado hace tres meses. Sin embargo, el traslado a un régimen de menor severidad nunca se materializó, y Luis Robles continúa confinado en el Combinado del Este.
La organización no gubernamental Cubalex emitió un comunicado destacando la frustración de Yindra Elizástigui y la situación preocupante en la que se encuentra. Además, informaron que el 24 de noviembre, Elizástigui participó en una reunión en La Habana con Eamon Gilmore, representante de la Unión Europea para Derechos Humanos, quien ha instado al régimen a liberar a los presos políticos.
La madre enfrenta múltiples problemas de salud, incluyendo hipertensión arterial, diabetes y cardiopatía. Recientemente, sufrió una isquemia transitoria que dejó algunas discapacidades de las cuales aún no se ha recuperado, según informó Cubalex.
Este caso destaca la persistencia de la represión y la falta de respeto a los derechos fundamentales en Cuba, generando preocupación tanto a nivel nacional como internacional. La comunidad internacional sigue de cerca estos acontecimientos, instando al gobierno cubano a respetar los derechos humanos y liberar a aquellos que han sido encarcelados por ejercer su derecho a la libre expresión.
