Los hermanos Nadir y Jorge Martín Perdomo, condenados a seis y ocho años de cárcel tras las protestas antigubernamentales del 11 de julio en San José de las Lajas (provincia de Mayabeque), recibieron este martes un pase después de 794 días sin salir de prisión. La activista Betty Guerra Perdomo, prima de los reclusos, informó de que saldrán por cuatro días.
Guerra compartió en la red social X (Twitter) un mensaje de apoyo a los hermanos, celebrando la breve salida, junto a una imagen que los mostraba en un vehículo junto a su madre, Marta Perdomo. “No sé bien cómo pueden tener esas miradas limpias, esas sonrisas nobles y esa frente en alto que solo los inocentes pueden lucir”, escribió, asegurando que Nadir y Jorge –detenidos el 17 de julio– habían salido a manifestarse por su “deseo puro y sagrado de libertad”.
Aludió también a la “oscuridad vestida de patria” del régimen, al que acusó de “manchar a dos cubanos auténticos”. Además, exigió la libertad permanente de ambos hermanos y de los demás prisioneros políticos de la Isla.
En abril de 2022, el abogado de Nadir y Jorge, Reynel Brito, presentó una apelación a la sentencia ante el Tribunal Provincial de Mayabeque. Tras ser desestimado el recurso, Brito criticó que las autoridades se comportaran de manera “severa” y sin considerar los “adecuados antecedentes de conducta” que presentaban los imputados.
Tras ser desestimado el recurso, Brito criticó que las autoridades se comportaran de manera “severa”
El 8 de febrero de ese mismo año, los hermanos habían sido condenados por “atentado, desacato y desórdenes públicos”, con un número de años de cárcel que superó lo que pedía la Fiscalía en ambos casos. Para la familia Perdomo, la sentencia fue una “aberración”.
Guerra dijo entonces a 14ymedio que consideraba el juicio “una obra teatral totalmente absurda, irrespetuosa y humillante”. “Todo lo que ha pasado con el caso de mis primos desde el principio es una aberración hasta este momento, no quiero decir que es el final porque me aferro a la esperanza de que con fuerza y lucha podemos cambiarlo”.
La sentencia subrayaba, además, que Jorge y Nadir decidieron “burlar” las medidas sanitarias impuestas por el Ministerio de Salud Pública durante la pandemia de covid-19 para incorporarse a una “aglomeración de personas” en la calle 54 de San José de las Lajas.
A aquella marcha, según el documento, se sumaron muchos otros “al llamado de los encausados” y “asidos de calderos, objetos de metal y el claxon de los motociclos creaban enormes ruidos, los cuales pusieron en alerta a los vecinos” dando comienzo a comportamientos de “total irrespeto”, como corear “con euforia” palabras “soeces y vulgares” como “policías pinga” y “Díaz-Canel singao”, junto con “patria y vida”, además de hacer “burdos reclamos a los comisionados protectores del lugar” y arrebatarle una bandera cubana por un momento a un agente que participaba en una contramanifestación gubernamental.
Después del juicio, los hermanos fueron recluidos en prisiones distintas: Nadir en Melena del Sur y Jorge a Quivicán
Tras el juicio, los hermanos fueron recluidos en prisiones distintas: Nadir en Melena del Sur y Jorge a Quivicán, cada una a más de 30 kilómetros de su casa, lo cual afectó a las visitas familiares.
“Me separaron de mis hijos diciendo una mentira tan grande como que Nadir había pedido separarse de su hermano. Voy a quejarme con el jefe de las prisiones para pedir que estén juntos de nuevo porque la situación económica está difícil y no es fácil pagar carros para dos lugares distintos”, denunció entonces la madre de los jóvenes.
Desde aquel momento, tanto Marta Perdomo como el resto de la familia han llevado a cabo una incesante campaña por la liberación de sus hijos.
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