Cientos de miles de cubanos miraban este lunes, en medio de la oscuridad, la página de la Unión Eléctrica en Facebook para mantenerse informados sobre el prolongado apagón que soportaban cuando, de repente, la propia empresa compartió un post y un video promocional que enfurecieron a los usuarios. “Esta noche, después de la novela”, escribía Gerardo Hernández Nordelo, Cubavisión presenta el documental Los espías de Castro.
“Esto parece una burla de la UNE a sus consumidores”, respondía uno de muchos clientes indignados. “Anuncian la programación de la TV esta noche en la que, según el periodista Lázaro Manuel Alonso, había 937 MW afectados a las 8:30 pm, en el país”. La lluvia de respuestas se quedaba, incluso corta, ante el despropósito de la empresa eléctrica del país, en medio de una de las peores jornadas sin electricidad del año, tras la salida, por segundo día consecutivo, de la mayor termoeléctrica del país, la Antonio Guiteras, en Matanzas.
“Parece que Gerardo de los Cinco no se ha enterado todavía que a los Orientales le están dando tremendo Festival de Apagones”
“Parece que Gerardo de los Cinco no se ha enterado todavía que a los Orientales le están dando tremendo Festival de Apagones”, replicaba otro usuario. “Novela dice, apagón es lo que toca. No hablen tanta kk y resuelvan más. Sin corriente desde las 8:59 pm. Lo que es es una falta de respeto”, clamaba uno más.
Usuarios de distintas provincias recitaban el déficit de electricidad que soportaban a esa hora: 110 MW en Holguín, 60 MW en Santiago, 30 MW en Sancti Spíritus, 52 MW en Granma… Desde oriente, donde están acostumbrados a padecer prolongados cortes de luz frente a los más breves o escasos de la capital, llegó el habitual reproche. “Díganle a Gerardo que se mude fuera de La Habana para que aterricen él y todos en el asco de país que vivimos. Cuando sufra los apagones como los de a pie, entonces veremos si celebran. CDR ni CDR”, espetó una holguinera.
Pero este lunes la luz faltaba también en la capital, desde donde a las dos de la madrugada de este martes aún había 107 quejas pendientes en el sistema por averías que no parecían tener fin. “Estimados clientes, la zona referente a Ampliación de Almendares, Playa, se encuentra afectada por un disparo de circuito”. “La zona referente a Sevillano, Santa Catalina, Juan Delgado y Santos Suárez se encuentra afectada por una manipulación”. “La zona referente al Casino Deportivo, Cerro, se encuentra afectada por una avería en la subestación”.
El canal de Telegram de la Empresa Eléctrica de La Habana echaba humo. Los usuarios reportaban hasta 11 horas sin electricidad y la compañía pedía calma y paciencia mientras anunciaba sucesivos trabajos de los linieros en las distintas zonas, pero los ánimos no se aplacaban ni mucho menos. “Es que con disculpas no se puede dormir”, repuso un cliente.
“La salida de la central termoeléctrica Antonio Guiteras y problemas con la logística de combustible provocan déficit de capacidad de generación en Cuba”, había afirmado horas antes el periodista Lázaro Manuel Alonso, que anunció el abastecimiento de los motores de las centrales de Moa y Mariel para arrancar durante la madrugada.
El déficit que había previsto la Unión Eléctrica a primera hora de la mañana para el lunes era de 399 MW en la hora pico, pero la realidad se había impuesto y el déficit fue más del doble, provocando averías por todas y cada una de las provincias en una noche que fue particularmente cálida. En Pinar del Río, algunas voces denunciaban hasta 18 horas sin luz; en otras, como Santiago de Cuba, se anunció el reajuste de los cortes diarios.
El déficit que había previsto la Unión Eléctrica a primera hora de la mañana para el lunes era de 399 MW en la hora pico, pero la realidad se había impuesto y el déficit fue más del doble
Entre las muchas reclamaciones que se multiplicaron en redes sociales en la madrugada, una recordaba la promesa de las autoridades, que aseguraron que este 2023 no se parecería al pasado año. En mayo de 2022, Cuba entró en una espiral de apagones diarios que en septiembre alcanzaron su cima e hicieron germinar protestas en decenas de ciudades de todo el país, las mayores que se recordaban desde el 11 de julio de 2021. El Gobierno prometió innumerables fechas en las que el problema estaría solucionado, pero las averías en las termoeléctricas –que han alargado más de lo debido su vida y a ello suman la falta de mantenimiento– y la falta de combustible posponían el momento.
La gira de Miguel Díaz-Canel por varios países aliados y proveedores de energía –Argelia, Turquía, China y Rusia– y la irrupción del invierno lograron una tregua y el año comenzó con las palabras del nuevo ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy (en sustitución del defenestrado Liván Arronte Cruz), prometió que el cronograma de mantenimientos planificado para las termoeléctricas auguraba un año mejor, con apagones que no serían en ningún caso como los del pasado 2022. Pero las promesas han servido de poco y, aunque el panorama no ha sido hasta el momento tan grave como el del año anterior, los ciudadanos temen lo peor.
Los ojos están puestos en la Antonio Guiteras, mientras el Gobierno se reúne para abordar una transición energética hacia las renovables que lleva años de retraso y que las finanzas del país difícilmente pueden hacer avanzar. Los parches de las centrales flotantes turcas, muy caras y contaminantes, no pueden ser una solución a largo plazo y el anuncio de una ayuda de Rusia para construir “nuevas capacidades generadoras” de electricidad tardará años en concretarse en el mejor de los casos.
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