“¿Norte o Sur?”. Los conocimientos de geopolítica de quienes comentaban este miércoles el anuncio de la Cancillería cubana sobre el restablecimiento de relaciones diplomáticas con Corea del Sur no alcanzaban para distinguir, por el nombre oficial, entre el país comunista del norte y el capitalista del sur. No obstante, la perspicacia cubana no conoce fronteras, y los foristas vislumbraron enseguida las oportunidades de “negocios” e “inversiones” de “una de las economías más dinámicas de Asia”.
Entre quienes pedían explicaciones a Cubadebate y al Ministerio de Relaciones Exteriores por el escueto mensaje –apenas ocho líneas para anunciar un cambio radical en 65 años de política exterior–, que ni siquiera menciona el “impacto” del acuerdo o sus “antecedentes históricos”, hubo quien no pasó por alto un elemento clave: las implicaciones del anuncio en las relaciones de Cuba con Corea del Norte. Los comentarios, convertidos en breves reflexiones de geopolítica, analizaban la posible actitud del país aliado de La Habana frente al pacto de Cuba con el “enemigo número uno” de Pyongyang.
Con Corea del Norte se mantienen relaciones desde 1960 y el país ha sido un gran aliado de La Habana
Por un lado, aseguraban los usuarios, con Corea del Norte se mantienen relaciones desde 1960 y el país ha sido un gran aliado de La Habana, un vínculo que “debe respetarse”. Por otro, aseveraban los más pragmáticos, “la República Popular Democrática ha de entender que es un derecho inalienable de nuestro país abrirse a las relaciones con todas las naciones” y, en este caso, con una de las más importantes del mundo en materia tecnológica. Algo de lo que “quizás podamos sacar provecho económico”.
Otros, incluso, iban un paso más allá, y preguntaban por qué el régimen no se abre a Israel o Taiwán si, en definitiva, se mantienen vínculos con sus principales “patrocinadores”, Estados Unidos y Reino Unido.
El vínculo diplomático entre Seúl y La Habana se interrumpió en 1959 tras la llegada de Fidel Castro, quien nunca retomó las relaciones con el país asiático, al poder. En cuanto a Corea del Norte, apenas un año después, en 1960, ambos países intercambiaban embajadores.
Pese a que las relaciones diplomáticas estaban suspendidas, el acercamiento entre Cuba y Corea del Sur coincidió, en 2015, con el deshielo entre Washington y La Habana, cuando comenzaron varios intercambios económicos en materia tecnológica y energética, que se vieron limitados por la falta de un escenario diplomático propicio.
En 2022, por ejemplo, según datos ofrecidos por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Corea del Sur, el país exportó bienes a Cuba por un valor de 14 millones de dólares e importó por otros 7 millones. Asimismo, antes de la pandemia, cada año viajaban a la Isla unos 14.000 ciudadanos surcoreanos y residen en ella otros 1.100 descendientes de coreanos que migraron durante la ocupación japonesa (1910-1945). Todos ellos, explicó la cartera, necesitan “asistencia consular sistemática”.
Hasta el momento, explica el comunicado de Asuntos Exteriores de Seúl, el de Cuba era el único Gobierno del continente con el que no mantenían vínculos
Hasta el momento, explica el comunicado de Asuntos Exteriores de Seúl, el de Cuba era el único Gobierno del continente con el que no mantenían vínculos pese a que “los dos países han ampliado la cooperación centrándose en campos no políticos como la cultura, el intercambio humano y la cooperación para el desarrollo. En particular, se considera que la difusión de una conciencia amistosa entre los dos pueblos a través del reciente intercambio cultural activo contribuyó al establecimiento de relaciones diplomáticas entre los dos países”. Esto pretenden que se mantenga, obviando al vecino incómodo del norte.
Dos ejemplos de estas relaciones en “campos no políticos” son la compra por parte de La Habana del ferry de factura coreana Perseverancia, que realiza el recorrido entre la Isla de la Juventud y el surgidero de Batabanó (Mayabeque) y la ayuda por un valor de 200.000 dólares en medicinas y material sanitario que envió Seúl tras la explosión en 2022 de la base de supertanqueros de Matanzas.
En este sentido, el rol de cada país queda muy claro, y la atmósfera durante el restablecimiento de las relaciones por parte de las misiones diplomáticas de Seúl y La Habana en las Naciones Unidas este 14 de febrero, como asegura un comentarista de Cubadebate, “no pudo ser más amorosa”.
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