Mientras sus ministros de Economía y Energía ponían la cara para confirmar las duras medidas de ahorro frente a la enésima crisis del combustible en Cuba, Miguel Díaz-Canel se iba de fiesta, aunque su rostro era más bien de funeral. Las fotografías publicadas en la prensa oficial sobre el acto de condecoraciones de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), que cumplen hoy 63 años, muestran al dirigente más feliz que como se ve en televisión.
Motivos no le faltaban, ya que, por más que le hubieran asignado la parte amable de la jornada, algo se estaba enterrando ayer y no está muy claro si era la propia Revolución, ahogada en la crisis del país, o los mismos CDR, que se acercan a la edad de jubilación más que simbólicamente.
Valdimir Sauri Bermúdez, vice coordinador nacional de la organización de masas, admitió que, entre 2019 y julio de 2023, las vacantes en los cuadros aumentaron en 177 y advirtió de que ese dato es una prioridad en la organización del trabajo. Más claro aún: la plantilla de cuadros se encuentra cubierta al 74,1%.
Entre 2019 y julio de 2023, las vacantes en los cuadros aumentaron en 177 y advirtió de que ese dato es una prioridad en la organización del trabajo. Más claro aún: la plantilla de cuadros se encuentra cubierta al 74,1%
Los miembros (que quedan) de los CDR se esforzaron por mantener las apariencias este miércoles. Desde las cuentas de redes sociales se convocó a los cederistas a tuitear entre las 8 pm y las 12 am –con la etiqueta del X Congreso–, durante la velada previa en que los activistas se reúnen para comer el ajiaco que han rebautizado como caldosa. El propio Gerardo Hernández Nordelo, coordinador nacional de la organización –además de conocido ex espía– animó a difundir las fotos del festejo, y consiguió que muchos entusiastas se animasen a hacerlo, pero también una lluvia de insultos y reproches.
Acababa de terminar la Mesa Redonda, donde los ministros Alejandro Gil Fernández y Vicente de la O Levy habían reconocido que “el país se encuentra en una situación muy apretada” y la única razón para festejar era mantener las filas apretadas.
Pero mucho se tendrán que esforzar los CDR, a juzgar por lo que ha trascendido de su X Congreso. La comisión de trabajo indicó que “no es favorable la situación que presenta la organización en cuanto a la estabilidad de los cuadros y sus reservas en todos los niveles, con deficiencias en la generalidad de las provincias del país”.
Su labor, señaló Sauri Bermúdez, es imprescindible para “cerrar el paso al delito”, como titula este jueves Granma. Bajo esa premisa se entiende una larga serie de tareas que se reducen a una: mantener la vigilancia sobre los otros. Los delegados reconocieron que el índice de delincuencia está aumentando en todos los ámbitos, desde robos en viviendas y bodegas, a venta y consumo de drogas, por no hablar de casos más graves de violencia.
A corto plazo, y además de las labores habituales, el coordinador nacional de la organización puso deberes a los cederistas: “lograr que las familias realicen un uso racional de la energía, como una tarea estratégica”.
Los cederistas llamaron a “la preservación de los valores revolucionarios” para evitar todos estos y otros males que aquejan al país, aunque por lo que se habló en el cónclave, no hay motivos para alarmarse. Roberto Morales Ojeda, miembro del Buró Político y secretario de Organización del Comité Central del Partido, dijo en su discurso que “puede haber insatisfacciones, pero también es gratificante ver lo que se ha logrado a lo largo del país”.
El dato de que alrededor de un 35% de los dirigentes de base son jóvenes se presentó como positivo, reconociendo, no obstante, que son muchos quienes se distancian
Ex ministro de Salud Pública Morales Ojeda también elogió la labor de los cederistas en los peores momentos del covid-19 –”ustedes fueron una de las razones por las que Cuba pudo vencer”– y afirmó que la organización “no detiene su marcha”.
Pasados los discursos solemnes, las voces de los delegados iban revelando todo lo contrario. El dato de que alrededor de un 35% de los dirigentes de base son jóvenes se presentó como positivo, reconociendo, no obstante, que son muchos quienes se distancian. También se situó en 852 los “destacamentos juveniles cederistas“, con unos 23.440 integrantes, pero “no todos funcionan, debido a la falta de atención otorgada por los cuadros profesionales y los dirigentes de base”.
Hernández Nordelo informó de que hay 137.803 comités y 17.384 zonas, de las que 3.229 tienen “problemas de funcionamiento”, solucionados en un 66% durante el proceso orgánico del Congreso. En román paladino, se han reorganizado los menguantes efectivos.
“La continuidad de los CDR es la continuidad de la Revolución”, dijo Polanco Fuentes, el ideológico del partido, también presente en el acto. Y por eso, tal vez, la cara de Díaz-Canel en el Salón de El Laguito.
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