Los bomberos han sofocado 300 incendios provocados por baterías de motos eléctricas en el primer semestre de 2023 en toda la Isla y diez veces más (3.000) desde 2019. “Casi en todos se pierde más de la mitad o, incluso, la totalidad de la vivienda, además de los objetos de valor”, ha contado el teniente coronel Eleser Meneses Herrera, jefe del Cuerpo de Bomberos de Villa Clara en una entrevista al diario oficial de la provincia, Vanguardia.
“En el 80% de los siniestros se registran lesionados, pues las personas intentan sacar la motorina, autoevacuarse o poner a buen resguardo a sus familiares y bienes materiales. El año anterior lamentamos el fallecimiento de una persona”, agrega Meneses, que sitúa en 50 los incendios de baterías de motorinas en Villa Clara hasta el 25 de agosto.
La muerte de 56 personas el pasado 13 de septiembre en un edificio de Hanói (Vietnam, país del que importa motos eléctricas Cuba) había sido atribuida a la explosión de la batería de uno de estos vehículos. Aunque finalmente este miércoles se ha anunciado que el estallido fue en una motocicleta de gasolina, la prensa oficial de Villa Clara publicó horas antes un extensísimo artículo dedicado a estos aparatos que proliferan en Cuba desde hace algunos años y que han provocado infinidad de problemas, incluida la muerte de siete personas este año en La Habana.
“En el 80% de los siniestros se registran lesionados, pues las personas intentan sacar la motorina, autoevacuarse o poner a buen resguardo a sus familiares y bienes materiales
El reportaje intenta indagar en los motivos por los que estas baterías explotan y explicar a la población cómo minimizar los incidentes, muchos de los cuales ocurren por la mala manipulación, los intentos por prolongar la vida útil de los aparatos y los inconvenientes de comprar piezas no homologadas.
Entre los entrevistados, Vanguardia habla con un trabajador por cuenta propia que menciona un sinfín de violaciones que pueden provocar la explosión de una batería de litio, desde soldaduras inadecuadas a sustituciones de resistencias o piezas nuevas cuyas celdas eran de distintas nacionalidades e incompatibles. Su recomendación es sustituir el circuito de protección (conocido como BMS, sistema de gestión de baterías) antes que repararlo porque sabe, indica, “que, eventualmente, va a arder”.
Eliel Pérez Pérez, director de la Empresa Industrial Ángel Villareal Bravo de Santa Clara (Ciclos Minerva), que ensambla las piezas chinas con las que se fabrican las motos eléctricas cubanas, menciona como uno de los errores más frecuentes la falta de reposo tras una carga, que debería ser de al menos 45 minutos.
“El 90% de los incendios provocados por explosiones de motorinas ocurren de 12:00 am a 12:00 pm –dijo el teniente coronel Armando Villegas López, jefe del Laboratorio de Criminalística Provincial y perito de Averías, Explosiones e Incendios. “Las cargamos durante la madrugada, nos levantamos apurados para entrar al centro de trabajo, nos montamos sin esperar que la batería descanse y ocurre la combustión”.
“Una batería está diseñada, por ejemplo, para 500 recargas, pero nosotros la utilizamos mientras rinde y violamos lo estipulado por el fabricante”
También la prolongación de la vida útil de las baterías resulta un riesgo. “Una batería está diseñada, por ejemplo, para 500 recargas, pero nosotros la utilizamos mientras rinde y violamos lo estipulado por el fabricante”, agrega Pérez.
Aunque la nota comienza hablando del fuerte aumento de incendios de este tipo a nivel internacional – 13 personas han muerto en 2023 solo en Nueva York–, el director de Ciclos Minerva menciona la humedad del clima tropical como otro factor que aumenta el peligro y recuerda un incidente ocurrido cuando una motorina completamente nueva comenzó a echar humo y, al abrir la batería encontraron “agua y fango dentro, lo que causó el fallo. A partir de una negociación con los proveedores, lograron reforzar la impermeabilidad; pero siempre recomienda a los clientes no confiarse”.
El reportaje da amplias explicaciones sobre la historia de las baterías de litio y su funcionamiento, así como las razones que pueden llevar a que se sobrecargue y explote, pero rechaza que se pueda “infundir pánico”, ya que “equivaldría a negar el progreso, truncar la posibilidad de una tregua para el medio ambiente y limitar aún más las opciones de transportación, sobre todo, en los países en vías de desarrollo”. En cambio, invita a conocer bien cómo utilizarlas de forma segura y cómo actuar en caso de incendio.
Para ello, el jefe de bomberos de Santa Clara insta a recurrir cuanto antes a los especialistas, ya que, según su experiencia, las personas intentan apagarla primero por su propia cuenta y después llaman. “Cuando llegamos, la motorina está en total combustión”, lamenta el mayor Modesto Ángel Pérez, que recomienda los pasos a seguir: “Salir de la vivienda, evacuarse y salvar sus vidas, y, de inmediato, llamar al 105 para que nuestros carros lleguen al lugar con la mayor prontitud posible”.
Pérez señala que cuando la moto está dentro de una vivienda, la explosión es catastrófica. “El calor puede derretir las puertas y ventanas de aluminio en cuestión de minutos”, dice antes de explicar el protocolo. No obstante, la fuga térmica puede continuar una vez extinguido el fuego, con propagación de vapores y gases inflamables altamente peligrosos.
“Como la mayor parte de la motorina contiene derivados del petróleo, combustiona en dos o tres minutos con una llama intensa y mucha concentración de un humo negro y tóxico, que afecta las vías respiratorias
“Como la mayor parte de la motorina contiene derivados del petróleo, combustiona en dos o tres minutos con una llama intensa y mucha concentración de un humo negro y tóxico, que afecta las vías respiratorias. Además, si el ciclomotor está obstruyendo las salidas y resulta imposible sacarlo del lugar, el fuego se propaga hacia muebles, cortinas, equipos electrodomésticos y al resto de las habitaciones”, añade Ángel Pérez.
Según la nota, el Cuerpo de Bomberos pidió incluir en el plan anual contra incendios un reglamento para el uso y parqueo seguro de estos vehículos dentro de sus instalaciones que incluye la obligación de crear estacionamientos lejos de almacenes, áreas administrativas, depósitos de combustible y otros lugares inadecuados. Además, no debe obstruir vías de evacuación y el espacio tiene que ser de un metro y medio entre ellas, con la exigencia de la desconexión del dispositivo automático de protección eléctrica al llegar al parqueo, la prohibición de recargarlas si no existen las condiciones, y la colocación de medios portátiles de extinción para fuegos bajo tensión eléctrica.
Sin embargo, ninguna de esas recomendaciones parece haber sido aplicada y la nota del diario de Villa Clara no señala la creación de algún parqueo que cumpla las medidas propuestas por los bomberos.
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