La asociación italiana de izquierda Filorosso ha financiado el envío a Cuba de ambulancias usadas e insumos médicos con la venta, en Italia, de café, ron y alimentos fabricados en la Isla. El más reciente cargamento facilitado por la organización, con sede en la ciudad de Lavis (provincia de Tarento), llegó el pasado martes a Santiago de Cuba.
Fundada como entidad “no lucrativa” y de “asistencia social y sanitaria” en 1997, Filorosso vende una docena de productos cubanos que son casi imposible de conseguir en la propia Isla.
Un kilogramo de café en grano de la marca Frente Oriental –que se produce en Santiago pero no se comercializa en la Isla– se vende por 15 euros, mientras que un paquete de 250 gramos de ese producto, molido, cuesta 4,50. El chocolate en polvo Tierra Libre, fabricado en Villa Clara, vale 3 euros, y un pomo de miel de la misma marca alcanza los 4,50. Hay azúcar a 3 euros, barras de dulce de guayaba también a 3, chile habanero a 4 y turrón de maní, fabricado por la empresa privada Bormey de Santa Clara, a 2,50. El producto más caro es la botella de ron Varadero –de 3, 5 y 7 años–, que asciende a 18 euros.
Filorosso vende una docena de productos cubanos que son casi imposible de conseguir en la propia Isla
La compra de estos artículos se hace por vía telefónica y recogiendo el producto en la sede de la organización. En un video promocional, Tiziano Giongo, secretario ejecutivo de Filorosso, asegura que el dinero resultante de la venta de los productos “facilitará la situación económica de Cuba”.
Filorosso, en colaboración con otras organizaciones italianas como la Agencia para el Intercambio Cultural y Económico con Cuba, mantiene un contacto habitual con el Gobierno de la Isla y con las autoridades de aquellas provincias de donde extrae la mayoría de sus productos: Villa Clara y Santiago de Cuba.
Este martes, la prensa oficial anunció la donación de cuatro ambulancias –dos de ellas aún pendientes de ser recogidas en el puerto– al departamento de Urgencias Médicas del municipio santiaguero de Contramaestre y de la capital provincial. Se trata de vehículos de uso, pero en “excelente estado de conservación”. Cuentan, además, con monitores cardiovasculares, ventiladores pulmonares, resucitador y equipos para intubaciones, todo financiado por Guido Gasperotti, presidente de Filorosso, recalcó uno de los conductores de ambulancia.
Aunque las autoridades afirmaron que este es “el primero de los envíos que se están haciendo como contribución al sistema de Salud”, Filorosso ya había mandado otras dos ambulancias a Villa Clara el pasado 15 de abril. Como en el caso de Santiago, las ciudades beneficiadas fueron dos: Sagua la Grande y Santa Clara.
Varias publicaciones en la página de Facebook de Filorosso demuestran que el envío de las ambulancias se paga con los beneficios de la venta de los productos cubanos. Un anuncio de la asociación en marzo pedía a sus afiliados que compraran un huevo de pascua, fabricado con chocolate cubano, por un precio de 15 euros. El monto total de la compra, prometían, se dedicaría al proyecto “Emergencia sanitaria: ambulancias para Cuba”, que planea la entrega de siete vehículos en total, con “utilidad residual”.
La compra de estos artículos se hace por vía telefónica y recogiendo el producto en la sede de la organización.
En 2017, Filorosso invitó a Aleida Guevara, hija de Ernesto Che Guevara, a dar una conferencia sobre La reforma económica, el bloqueo y la Salud en Cuba a los miembros de la Asociación de Amistad Italia-Cuba, que cuenta con un Centro Che Guevara en Trento.
El pasado mayo, Filorosso auspició la presentación del libro Sol y Revolución, a cargo del escritor Roberto Vallepiano, dedicado a “descubrir el hechizo” de la Revolución de Fidel Castro y su impacto en Latinoamérica. Por último, este julio, financiaron una “fiesta cubana” en un rancho en el campo de Trento, también con “fines humanitarios”.
La cercanía de Filorosso y la Agencia para el Intercambio Cultural y Económico con Cuba es tal que Miguel Díaz-Canel dedicó una mención a sus jóvenes integrantes, miembros de la brigada Gino Doné, durante su discurso en el cuartel Moncada el pasado 26 de julio. Todavía el pasado agosto los jóvenes italianos se hacían fotografiar portando banderas rojas y negras y consignas de apoyo al régimen de La Habana.
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