MIAMI, Estados Unidos. — Cada 20 de agosto se celebra el Día Mundial de las papas fritas, uno de los snacks más deliciosos y populares en todo el mundo. Solas, con kétchup o cualquier otro aderezo, las patatas fritas son el mejor acompañante y el complemento ideal de las comidas.
Las papas fritas son también conocidas en otros países como papas a la francesa o patatas a la francesa, de ahí que en Estados Unidos se haya popularizado como french fries.
El origen de las papas fritas se remonta al siglo XVII, debido a que los belgas las usaban como sustitutos del pescado frito cuando los ríos se congelaban en época de invierno.
En la Ciudad de Brujas (Bélgica) existe un museo de la papa frita, nombrado “Friet Museum”.
Según el Libro Guinness de Récords Mundiales, la orden de papas fritas más grande de la historia pesó 454,95 kilos y fue preparada por Twin Oaks Farms en Eagle (Idaho) el 20 de septiembre de 2014.
Muy al contrario de lo que se piensa las papas fritas si entregan beneficios a la salud, debido a que son una fuente de fibra y potasio.
En 1920 se inventó la primera máquina mondadora de papas, que permitían cortar las mismas manera rápida y uniforme.
Las papas fritas contienen una gran concentración de acrilamidas, un compuesto químico que se forma cuando el almidón que se encuentra en las patatas alcanza grandes temperaturas.
El término “French Fried Potatoes” se publicó por primera vez en Inglaterra en el año 1856, en el libro Cookery for Maids of All Work, de Eliza Warren.
Las papas fritas se introdujeron en América en el año 1801 gracias al presidente estadounidense Thomas Jefferson, quien sorprendió a sus invitados con este alimento durante una cena en la Casa Blanca.
Cabe señalar que Estados Unidos es el mayor exportador de productos de papa procesados, aunque se estima que es Bélgica el país donde más se consumen.