Varios camiones cisterna llegaron este lunes al poblado de Adriano Galano Cautín, en Maisí (provincia de Guantánamo), luego de que varias familias protestaran el pasado sábado, bloqueando una carretera, por la escasez de agua. La solución, no obstante, es solo temporal, pues “lo único que hicieron fue llenar las cisternas y mandaron a buscar cuatro pipas más”, asegura Yadiuska Domínguez, la persona que difundió los videos de la manifestación.
“Todavía la mitad de la gente no ha cogido agua aquí”, aseguró Domínguez a Martí Noticias desde La Favela, como también se conoce al poblado. Ahora, añade, esperan una hipotética entrega de tanques para almacenar nuevos envíos.
La aparición de las principales autoridades de la provincia y de la Policía en la localidad poco tiempo después de que iniciara la protesta ha convencido a las mujeres, opina Domínguez, de que solo manifestándose logran atraer la atención de quienes pueden dar solución a sus problemas. “¿Por qué tuvieron que esperar a que se formara esto para venir a encargarse de la comunidad?”, cuestiona.
“¿Por qué tuvieron que esperar a que se formara esto para venir a encargarse de la comunidad?”
Según la mujer, en la manifestación, protagonizada sobre todo por las mujeres de La Favela y sus hijos, aparecieron jefes de la Policía, dirigentes municipales y provinciales del Gobierno y la Empresa del Agua, y también el secretario municipal del Partido Comunista.
Las autoridades, advierte Domínguez, le llamaron la atención por haber difundido imágenes de la manifestación a internet. “Me dijeron que si yo seguía subiendo videos iban a averiguar cosas de mi vida y las iban a subir también a internet”, explica.
Hay “otras vías”, dijeron, para reclamar soluciones al Gobierno, mientras que la transmisión de protestas podía acabar en juicio y prisión, adujeron. La mujer, no obstante, sigue en sus trece: “Yo me cansé de llamarlos a ustedes (los dirigentes) y nunca hicieron caso. Y, como yo, todo el mundo”, señala.
“Tengo cinco niños y un viejo postrado. En los cinco años que tenemos de estar viviendo aquí, nunca me han podido dar un tanque”, contó también a Martí Noticias Roilma Furones –otra de las manifestantes de La Favela–, subrayando que, de los dos cubos con los que contaba para almacenar agua, uno se lo rompió un policía durante la manifestación.
La situación de La Favela, como la de muchos poblados rurales de Cuba, es crítica
La situación de La Favela, como la de muchos poblados rurales de Cuba, es crítica. Según explicaron los residentes al medio, el agua que reciben por las tuberías solo llega cada 45 días, y el resto del tiempo deben arreglárselas como puedan. Las familias esperan que pronto se solucione el problema, del que llevan largo tiempo quejándose. “Aquí la ponen cada 45 días, depende, pero es que ya no aguantamos más. Todos los meses es lo mismo”, lamentaba Jessica, otra de las residentes.
La comunidad fue fundada en 2020 para acoger a los damnificados por el huracán Matthew, que afectó a Guantánamo y a Haití. Sin embargo, los residentes reclaman que la cisterna construida entonces para beneficiar a las 89 viviendas nunca pudo usarse por daños en la estructura, por lo que más de 20 familias tuvieron que construir sus propios depósitos.
La protesta protagonizada por los habitantes de La Favela surgió de la desesperación de las familias por acceder a recursos básicos como agua potable y alimentos. En el primero de los videos que documenta el evento, y que circularon en redes sociales, las afectadas trancan la calle con los tanques y exigen en un tono contundente que se les entregue agua, azúcar y comida.
La disputa sube de tono con la llegada de varios agentes que apartaron los tanques exigiendo a los congregados que depongan su actitud, a lo que las mujeres responden acusándolos de “abuso civil”. Las autoridades finalmente lograron que las familias cargaran con sus tanques de vuelta a sus hogares, no sin antes ser víctimas de una afirmación osada: “La Policía de Díaz-Canel maltrata a las personas. Patria y Vida”.
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