MIAMI, Estados Unidos. — El 29 de octubre de 1930 nació en La Habana la cantante Omara Portuondo, una de las figuras más icónicas y queridas de la música cubana.
Hija de un negro hijo de esclavos y una blanca hija de españoles, Omara es la menor de tres hermanos. Aprendió música en su casa, donde escuchaba los duetos de sus padres a quienes —aseguró— “la naturaleza les dio el don del oído”.
Su infancia se desarrolló en la capital y fue, según cuenta, “como la de cualquier familia de un nivel económico bajo” en la Cuba de los años 30, en la que comían “como fuera”.
Comenzó su carrera como cantante en la década de 1940 y obtuvo reconocimiento como miembro del grupo Cuarteto d’Aida.
Con una extensa y distinguida trayectoria musical, Portuondo alcanzó fama mundial por sus contribuciones al proyecto Buena Vista Social Club, que relanzó la música tradicional cubana a escala internacional.
Omara Portuondo ha explorado varios estilos musicales, entre ellos el bolero, el son y la chanson.
A lo largo de los años ha colaborado con numerosos artistas y músicos de renombre, tanto en Cuba como a nivel internacional.
La asociación de Portuondo con el Buena Vista Social Club, un grupo de músicos cubanos veteranos, le valió el reconocimiento mundial.
El álbum de 1997 Buena Vista Social Club y el posterior documental de Wim Wenders la presentaron a ella y a sus compañeros músicos a una audiencia global. El proyecto revitalizó la música tradicional cubana y se convirtió en un símbolo del rico patrimonio musical de la Isla.
Ha recibido numerosos premios y honores por obra y sus contribuciones a la cultura cubana.
Su rica y conmovedora voz, así como su imperecedero carisma, la han convertido en una figura apreciada en el mundo de la música.
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