SAN LUIS POTOSÍ, México.- La provincia de Las Tunas es la única en el país que no tiene un crematorio, lo que se suma a una crisis de servicios funerarios en la Isla.
Según trascendió en una nota del diario oficialista local Periódico 26, los ciudadanos han exigido en más de una ocasión el servicio en la provincia, pues deben tramitarlo en Camagüey, Santiago de Cuba u otras localidades.
Eiser Prieto Pons, subdirector de Higiene y Necrología en Las Tunas, expresó a la prensa que no solo es inexistente la cremación en el territorio, pues tampoco funciona el incinerador de restos fósiles.
El incinerador, cerca de la Empresa de Aceros Inoxidables Acinox, no está en operaciones. En ese terreno habían previsto erigir un nuevo cementerio pero no se ha concretado la obra.
“El equipo está, pero faltan trabajos de la obra civil que han impedido que comience. Por ejemplo, hacer una placa, que se pueda desmontar luego para incorporar el otro equipo, para cremar cadáveres, que es el que nos falta; y para hacer eso no tenemos cemento y faltan otros recursos que son indispensables”.
Los 64 cementerios con que cuenta el territorio están en una situación crítica. El Vicente García, de la cabecera provincial, y el de la ciudad de Puerto Padre, son los más preocupantes respecto a la capacidad para hacer osarios y nichos.
La burocracia y la falta de liquidez en las instituciones gubernamentales han creado una barrera para nuevas soluciones que alivien la realidad.
Los funcionarios acotaron que no está definida siquiera la microlocalización para comenzar los trabajos de un nuevo cementerio en Las Tunas y Puerto Padre porque “por distintas razones” la cambiaron.
Los cementerios en Cuba agonizan. El de Moa, situado en la provincia de Holguín, ha sido objeto de denuncias y consternación debido a la lamentable situación que enfrenta. Un video grabado por un colaborador de CubaNet, quien acudió para visitar los restos de su abuelo, revela un panorama desolador.
En el video se evidencian tumbas abiertas, esparcimiento de basura tanto en los alrededores como dentro de las bóvedas, y una total falta de respeto hacia los difuntos y sus familiares.
Un trabajador del cementerio explicó al colaborador de CubaNet que durante la pandemia de la COVID-19, las prácticas de entierro fueron caóticas y poco respetuosas. Se enterraron personas “como les dio la gana”, según sus propias palabras.
El cementerio San Rafael, de Guantánamo, el de mayor capacidad de la provincia, se encuentra colapsado debido a la falta de espacio para depositar los restos humanos. Aun así, la necrópolis sigue recibiendo nuevos fallecidos.
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