Una semana después de que las autoridades prometieran que el abasto de agua se estabilizaría en Las Tunas, miles de residentes en la provincia siguen este viernes sin el servicio. La instalación de una bomba –a cuya ausencia las autoridades habían atribuido la escasez– no mejoró la situación, y los ciudadanos, que no confían ya en las promesas de los dirigentes locales, han llenado sus redes sociales con un aluvión de quejas.
De una población de más de 500.000 habitantes, 393.638 personas reciben agua de forma estable en Las Tunas. Otros 100.000, residentes en 487 comunidades, la obtienen a través de camiones cisterna, y a 6.267 les llega por tren. Estas cifras reflejan solamente a quienes cuentan con sistema de acueducto, y no a los cientos de tuneros que se abastecen con pozos particulares o directamente de los cuerpos de agua, no siempre aptos para el consumo.
“Nos pasamos semanas cargando agua de un pozo, que gracias a Dios que está, pero que tiene al barrio con picazón en la piel”
“Nos pasamos semanas cargando agua de un pozo, que gracias a Dios que está, pero que tiene al barrio con picazón en la piel. Y ni hablar de dónde hay que buscar agua para tomar y cocinar”, lamentaba una vecina este jueves en el perfil de Facebook de la empresa provincial de Acueducto.
Los afectados aseguran que la situación se ha vuelto inaguantable, y así se lo han dejado saber a los responsables. Cuando Acueducto anunció recientemente la instalación de la nueva bomba en El Rincón, que supuestamente mejoraría la situación, los clientes respondieron con sarcasmo: “¿Mejorar? Veremos si al menos llega agua, porque hace meses que falla. Con suerte la ponen los sábados de madrugada, ya los martes y jueves ni esperarla. Y de la calidad, ni tocar el tema”.
Otro cliente reclamaba la informalidad de la empresa. “El lunes tocaba el agua en la calle Buena Vista, y fíjense si vino que tuve que comprar una pipa en 3.000 pesos. Lo mejor es que, aunque no tengo servicio, todavía tengo que pagarlo. Esto solo se vive aquí, en Cuba”, argumentaba.
Luego de ser reparada en La Habana, uno de los motores de la planta potabilizadora ha sido instalado y permitido aumentar el bombeo de 300 a 320 litros por segundo. También en el embalse El Rincón, que abastece a unos 160.000 habitantes del centro del municipio cabecera y se encuentra aliviando desde octubre tras sobrepasar su capacidad de 20 millones de metros cúbicos, fue instalado otro equipo de bombeo.
La nueva maquinaria puede ampliar el flujo hasta 500 litros por segundo, pero la baja capacidad de procesamiento de la planta potabilizadora se lo impide. “No se llegará a los 500 necesarios, porque todo se decide en la potabilizadora y allí no es posible incrementar potencia en este minuto”, dijo este viernes a Granma Oscar Carralero Suárez, director de Acueducto en Las Tunas.
Los partes de las autoridades a la prensa oficial, revelan que, incluso si se terminan reparando las bombas de agua, la capacidad de Acueducto es insuficiente
Los partes de las autoridades a la prensa oficial, revelan que, incluso si se terminan reparando las bombas de agua, la capacidad de Acueducto es insuficiente para proveer con el servicio a todos los afectados. Llenos por encima del 75%, de los embalses de la provincia solo Cayojo ha funcionado con regularidad en todo el año pero, siendo el de menor envergadura, su capacidad de bombeo es de apenas 70 litros por segundo.
El Rincón, por su parte, aunque puede alcanzar los 500, este año ha visto su potencia reducida al 50%, y “en el caso de Piedra Hueca, que venía trabajando de forma estable con unos 170 litros por segundo, hoy no rebasa los 100, por afectaciones en los equipos de bombeo”, lamentó el director de Acueducto.
La única opción para Las Tunas, reconocen las autoridades, es “modificar los equipos existentes”, incluyendo bombas, planta potabilizadora y conductoras de agua, algo que está siendo evaluado por una Comisión Nacional pero, por el momento, solo son expectativas.
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