Luis Robles Elizastigui, conocido como “el joven de la pancarta” y preso desde diciembre de 2020 en el penal de Combinado del Este, en La Habana, aún no ha recibido el cambio a un régimen de mínima seguridad en el campamento de La Lima, en Guanabacoa, como le prometieron las autoridades a finales de agosto.
En una publicación en redes sociales, la madre de Robles, Yindra Elizastigui, contó que en conversaciones con el joven este lamentaba la demora. “Me dice que es feliz cuando ve o se entera que se han llevado a alguien para el campamento, pero que aún no se explica por qué han demorado su traslado”, refiere.
La mujer denunció además la injusticia que se comete con Robles como parte de una “tortura psicológica” hacia su familia. “Yo también he sufrido y sufro por el encarcelamiento injusto al cuál está sometido mi hijo Luis”, expresó Elizastigui quien, tras padecer pérdida de memoria como secuela de una isquemia transitoria, teme que para el momento en que liberen a su hijo ella ya no se capaz de reconocerlo.
Además, el joven tiene un hijo, expuso, cuya madre también está presa, aunque no por motivos políticos
Además, el joven tiene un hijo, expuso, cuya madre también está presa, aunque no por motivos políticos. “Su hijo lo necesita ahora más que nunca (…) y es algo que se debería tener en cuenta”.
El pasado agosto, cuando Elizastigui contó a este diario sobre el cambio de régimen para Robles, advirtió que la medida solamente había sido aprobada entonces por las autoridades del Combinado del Este y se requería aún la confirmación de otras entidades como la Seguridad del Estado.
“Yo, como madre, espero que aprueben su traslado, porque Luis está allá adentro por ellos, que a conciencia lo encarcelaron. Lo que él [Robles] hizo es su derecho, que está en la Constitución. Su encarcelamiento es injusto”, señaló entonces Elizastigui.
La madre del preso político, que esperaba que el proceso de su hijo avanzara a buen paso hasta que le concedan la libertad condicional, también mencionó que el joven sufría problemas de salud. “Hay que tener en cuenta su salud (…), que ha empeorado debido a las injusticias que se han cometido”.
“Él ha tenido un buen comportamiento, y así me lo han informado las mismas autoridades de la prisión y Gerardo, el agente de la Seguridad que lo atiende. Así que esperemos que se cumpla [la medida]”, aseguró entonces la mujer, que había cifrado sus esperanzas en que el buen comportamiento de su hijo le valiera una salida rápida del penal hacia La Lima.
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