Las agencias de vuelos en Tapachula (Chiapas) están duplicando el costo de los boletos de avión para los cubanos que quieren volar a la capital mexicana o a la frontera con Estados Unidos. Así lo denuncia con 14ymedio Yumara, una cubana de 29 años que tramitó en la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) el documento “protección complementaria” que le garantiza poder permanecer en México mientras solicita una cita de asilo para EE UU a través de la aplicación CBP One.
Yumara intentó adquirir un boleto en el Aeropuerto Internacional de Tapachula (AIT) pero los agentes de Migración le advirtieron que “no está permitido”. Sin embargo, no le mostraron ningún documento oficial. A las afueras de la terminal aérea la abordaron dos mujeres que le ofrecieron un boleto a Tijuana (Baja California) por 16.000 pesos. “Llegas a la frontera directo, para seguir tu trámite”, le dijeron. Por un pasaje a la Ciudad de México le cobraban 15.000 pesos.
“¿Qué se creen estás personas? No tengo la plata para esto, buscaré salir por tierra a la Ciudad de México y de ahí a la frontera”, dice Yumara, que sabe de muchos cubanos, venezolanos y colombianos que sí han pagado el sobrecosto del boleto que le ponen las agencias de viajes.
José Estrada, de la agencia local Aerotur, argumenta a este diario que el aumento en los costos de los boletos es por la alta demanda provocada por los migrantes. De igual manera, niega que las autoridades migratorias les impidan abordar los vuelos. “Les advierten que si no cuentan con permiso de tránsito, no pueden volar”, precisa.
Al insistirle en el sobrecosto de los boletos y hacerle notar que Volaris tiene vuelos desde 7.000 pesos y Aeroméxico en 9.000 pesos, responde: “Nadie los obliga a recurrir a una agencia”.
Estrada asegura que el 70% de los vuelos son ocupados por migrantes de Cuba, Venezuela, Nicaragua y Haití y el 30% restante es de mexicanos. Yumara, por su parte, rechaza que entre las personas que compran boletos están los haitianos: “Miente, la gente vive en la calle y la mayoría anda lavando, aseando para hacer una comida al día. No veo que tengan para pagar 15.000 pesos por un boleto”.
Alfredo Gálvez Sánchez, de la agencia de viajes Vuela, acepta que el costo de un boleto a la Ciudad de México, que a inicios de año era de entre 4.000 pesos, se ha elevado a 15.000 pesos. “Esto se da porque las personas que llegan a las agencias quieren volar al día siguiente y esto te lleva a buscar entre las aerolíneas lugares”.
De acuerdo con cifras del AIT, la demanda de boletos es de 1.200 vuelos por día.
La nueva oleada migratoria en Tapachula ha provocado la escasez de huevo, pan, arroz, frijol, advierten directores de refugios y activistas de la región que exigen la intervención del Gobierno. “En los supermercados el azúcar ya subió el doble. Entre 33 y 40 pesos (1,8 dólares y 2,28 dólares) está el kilo”, expuso en una entrevista con EFE la directora del albergue Todo Por Ellos, Lorenza Reyes Núñez.
La activista denunció que las autoridades mexicanas “no hacen nada” para detener el flujo migratorio y dejan todo el trabajo a la Comar, que ha colapsado por la llegada de miles de extranjeros diarios en las últimas semanas.
Tapachula ha sido escenario este mes de estampidas de miles migrantes que buscan una cita de asilo en la Comar, manifestaciones en las oficinas del Instituto Nacional de Migración (INM) e indocumentados que duermen en las calles.
Dani Rorube, migrante de Cuba, dijo que están inconformes por la falta de expedición de documentos de tránsito, por lo que armarán una caravana para salir de Tapachula. “Hemos ido a Migración, de Migración nos mandan a Comar y nos tienen así de peloteo, como dicen los cubanos, lo que quiere todo mundo es irse caminando, en caravana o con un coyote, pero es mucho dinero”, narró.
________________________
Colabora con nuestro trabajo:
El equipo de 14ymedio está comprometido con hacer un periodismo serio que refleje la realidad de la Cuba profunda. Gracias por acompañarnos en este largo camino. Te invitamos a que continúes apoyándonos, pero esta vez haciéndote miembro de nuestro diario. Juntos podemos seguir transformando el periodismo en Cuba.
