Friday, January 10, 2025
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La urgencia de la sororidad – 5 Septiembre

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Entender que la lucha contra la violencia de género no es una guerra entre sexos, sino por la igualdad, la justicia y el respeto, es el primer paso. Enfrentarla desde la responsabilidad colectiva y social, vendría siendo el otro más inmediato.

En Cuba, los esfuerzos por posicionar cada vez más el tema de la violencia de género son evidentes, aunque persisten ejemplos donde los desafíos parecen devolvernos al punto de partida.

Recientemente, en pos de combatirla, organizaciones de la sociedad civil y otras instituciones que trabajan directamente en la implementación del Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres (PAM) y la Estrategia integral de prevención y atención a la Violencia de Género se reunieron en un espacio de intercambio donde fueron expuestos varios resultados que devienen en grandes retos para Cuba en 2025.

La Doctora en Ciencias Psicológicas Beatriz Torres Rodríguez mostró los resultados de las “Consultas con el personal de Salud para la elaboración de propuestas al Protocolo Nacional de Atención a la Violencia basada en Género”, un estudio dirigido a especialistas de Centros Comunitarios de Salud Mental, directivos de salud y especialistas que atienden el tema de la violencia.

Esta investigación permitió identificar una serie de desafíos y barreras tales como: la falta de articulación entre las organizaciones de la sociedad civil y las instituciones de salud, la falta de capacitación del personal disponible y la ausencia de recursos materiales y humanos. También la necesidad de incorporar temas de violencia y género en instancias de la comunidad.

La Doctora en Ciencias Psicológicas, Beatriz Torres Rodríguez, presentó “Consultas con el personal de Salud para la elaboración de propuestas al Protocolo Nacional de Atención a la Violencia basada en Género”.

Además, consta en las consideraciones finales de este análisis la inminencia de homogenizar los reportes de los casos de violencia para que verdaderamente estos reflejen la magnitud del problema y sus características actuales.

En otro momento del intercambio, la Doctora en Ciencias Jurídicas, Tania de Armas Fonticoba, quien es profesora Titular por la Universidad de La Habana, dio a conocer los “Resultados de las consultas y el análisis de diagnóstico con la Unión Nacional de Juristas de Cuba y la elaboración del plan de formación para los operadores del derecho”.

Ambos procesos, a los que hace alusión Fonticoba, aportan elementos jurídicos para la realización del Documento teórico anexo al Protocolo de Atención en la Consejería, a la Guía para los Servicios de Consejería dirigidos a personas en situaciones de violencia basada en género y al Manual Metodológico para el trabajo de atención y prevención de la violencia de género en el escenario comunitario.

Sobre ello, se refirió a una serie de talleres que se realizaron de septiembre a diciembre de este año en aras de visibilizar la violencia de género como un problema social y delictivo, desnaturalizarla y desligitimarla.

La ocasión también fue idónea para presentar la Guía de Servicios Integrales, cuya finalidad es garantizar que las víctimas reciban, desde una actuación coordinada, inmediata e intersectorial, apoyo, información, orientación, protección, acompañamiento y recuperación, ante episodios violentos únicos o repetidos en el tiempo.

La socióloga Iyamira Hernández Pita, integrante del Grupo asesor de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) para la atención y prevención de la violencia de género se refirió a sus tres ejes de actuación fundamentales: prevención, actuación y reparación.

Esta iniciativa trabajará en una línea única que incluye la acción conjunta de instituciones educativas, servicios jurídicos-policiales, direcciones municipales del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, servicios de salud y las administraciones municipales de cada territorio.

Presentación de los resultados de consultas a diferentes instituciones y OSC intervinientes en la ruta de atención a la violencia. De izquierda a derecha la Dra.C Iyamira Hernández Pita, Lic. Victoria Castañedo, Dra.C Tania de Armas Fonticoba y la Dra.C Beatriz Torres.
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Sobre estas propuestas, los participantes e invitados debatieron durante varias horas sus valoraciones e inquietudes.

Para Gabriel Coderch, coordinador general del Centro “Oscar Arnulfo Romero, una de sus mayores preocupaciones radica en que hoy el Ministerio de Salud no cuente con un registro donde esté contemplada la violencia de género que llega a los consultorios o a las casas de asistencia a la mujer.

Por ende, añadió, “es un reto crear un registro que aglutine todo ese bagaje de información, así como lograr que todas las instituciones implicadas en estos proyectos estén presentes”.

Desde su perspectiva, la profesora María del Carmen Zabala, aseguró que estamos frente a una problemática donde la educación y la cultura tienen un peso determinante, pero al mismo tiempo podríamos identificar otros factores o condiciones que pudiesen también modificar o ayudar a mejorar la situación de la violencia de género.

“Estoy pensando en dos específicamente, aunque pueden haber más. El tema de la vivienda es uno de ellos. Pues muchas veces la víctima sigue conviviendo con el victimario. La otra es la autonomía económica, la cual hace que la mujer en ocasiones mantenga esa situación de violencia.

En ese sentido, María del Carmen se refirió a la importancia de que la estrategia promueva más ofertas de empleo.

Desde el espacio jurídico también son diversos los desafíos, así lo expuso Luis Alejandro Calzadilla, estudiante de Derecho de la Universidad de La Habana, quien resaltó la necesidad de contar mecanismos más efectivos para facilitar la garantía del derecho. Entre ellos, lograr una mayor socialización de las leyes y de las acciones que lleva a cabo el país en este ámbito.

Sobre este tema, Iyamira Hernández dijo que hoy contamos con un sistema jurídico fortalecido, quizá no como se quisiera, pero que reconoce la violencia de género. El problema mayor está en generar cultura jurídica.

“Pero eso, más que señalética, es saber por dónde vamos, mover el tema en todos los espacios, no solo para los decisores sino también para todos los públicos meta”.

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