Ramiro Valdés recibió este jueves una réplica en miniatura de la refinería de Cienfuegos. Según sus directivos, la maqueta representa que –tras dos meses fuera de servicio por reparaciones– la planta está lista para seguir “refinando energía, compromiso y desarrollo”. La reapertura llega en buen momento, pues varios buques petroleros han zarpado esta semana desde México y Venezuela rumbo a la refinería, cuyo gerente ha prometido procesar ese crudo antes de terminar el año.
Tanto la prensa oficial como los dirigentes han sido discretos con el mantenimiento de la refinería, pero no han dejado de subrayar, “con orgullo”, el calibre de la reparación, aunque finalmente ha sido mucho menor que la propuesta hecha, el pasado julio, por el embajador ruso en La Habana, Viktor Koronelli, que había comentado a la agencia Tass “una posible reconstrucción, total o parcial” de las instalaciones, construidas a partir de 1977 con la participación de la URSS y remozadas a fondo por Venezuela en los años 2000.
De hecho, los técnicos remozaron 38 tambores, cinco torres de destilación, seis cámaras de hornos, 15 mazos intercambiadores de calor, 45 mazos de enfriadores, 166 válvulas de seguridad y 450 válvulas manuales.
Además, el presupuesto alcanzó para sustituir toda la instalación eléctrica de la empresa, además de otras redes e instrumentos de la planta. Cuatro días de ensayo técnico han demostrado, según el gerente de la refinería, Irenaldo Pérez, que la “reparación capital” –que involucró el trabajo de 530 empleados– dará a corto plazo los frutos que el Gobierno espera.
La refinería tenía que estar lista para el séptimo aniversario de la muerte de Fidel Castro, insistió el dirigente. De ahí que la inauguración haya incluido, también, gastos de propaganda: un enorme mural con frases de Castro, imágenes suyas a todo color y la réplica de la refinería, que Valdés recibió con “particular emotividad”.
Supervisando la reapertura estuvieron, además de Valdés, el ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, el gobernador cienfueguero, Alexandre Corona, y el director nacional de Unión Cuba-Petróleo, Néstor Pérez.
La reapertura de la refinería de Cienfuegos, la mayor del país con una capacidad de 65.000 barriles al día, coincide con una nueva paralización de la de La Habana, que ha parado sus operaciones hace poco más de una semana, como ha podido constatar 14ymedio.
La semana pasada, varios buques procedentes de México y Venezuela navegaban rumbo a la Isla, según informó a este diario el experto de la Universidad de Texas Jorge Piñón. El tanquero Esperanza zarpó el pasado 20 de noviembre desde el puerto de Pajaritos, en Veracruz, cargando 372.000 barriles de crudo ligero mexicano. Este sábado, las aplicaciones de rastreo marítimo lo mostraban anclado junto a la refinería cienfueguera.
Pese a la fanfarria que marcó el ritmo de la reapertura de la refinería, ninguno de los dirigentes metió las manos en el fuego con una declaración sobre la crisis energética
Hacia el mismo destino navegaron el Petion, desde Venezuela, que salió el pasado 12 de noviembre, y el Delsa, desde México, el pasado 15. Según Piñón, este trasiego –además de la “optimización” capital de la industria– es un claro indicador de que todas las apuestas del Gobierno están puestas en Cienfuegos.
El Ocean Mariner, con bandera panameña y un habitual en las costas cubanas, zarpó de la refinería de Pemex en Ciudad Madero, Tampico (México), cargando aproximadamente 72.100 barriles de diésel que descargó en La Habana este jueves.
Pese a la fanfarria que marcó el ritmo de la reapertura de la refinería, ninguno de los dirigentes metió las manos en el fuego con una declaración sobre la crisis energética. No se escuchó a nadie prometer una tregua de los largos apagones que afectan a la mayor parte del país ni una mejora de la situación del transporte, también en plena debacle.
Todo lo contrario. En Televisión Cubana, el director técnico de la Unión Eléctrica, Lázaro Guerra, declaró este viernes que había 143 megavatios de déficit y 213 de afectación al servicio. “Es bastante similar a lo que ha ocurrido en estos días”, indicó el funcionario, al que no le tembló la voz al prometer apagones de “dos o dos horas y treinta minutos”. Ahora bien, advirtió que los cubanos tenían que contar también con cortes eléctricos no previstos, por “averías o mantenimientos”.
“Pero por déficit de generación, que es lo que nos toca explicar por las mañanas, no habrá afectaciones hasta el horario de máxima demanda”, celebró.
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