LA HABANA, Cuba. – Temprano en la mañana, los mercados de La Habana están concurridos de personas que buscan los ingredientes necesarios para una comida especial de fin de año. La misma escena se repite una y otra vez: colas interminables por todos lados.
En este mes de diciembre, la cena de fin de año, tal como ocurrió en Nochebuena, se verá afectada por el alza de los precios de venta de la carne de cerdo para la población.
Allesa Oduardo, madre soltera y ama de casa residente en la capital cubana, todavía no sale de su asombro tras escuchar por el Canal Habana a Julio Martínez Roque, coordinador de programas del Gobierno para el sector del comercio asegurar: “No tendremos la carne de cerdo como ha habido en otras ocasiones, por las propias limitaciones que conocemos, pero sí un nivel de carne de cerdo que se va a destinar a la producción de embutidos, masa cárnica, masa de hamburguesa y otros, que se ofertará a la población de la manera más equitativa posible”.
Es lógica su preocupación. En la segunda quincena del mes de diciembre los precios de este alimento se han disparado de forma alarmante. Al momento de escribir esta nota se cotizaba a más de 600 pesos la libra y a más de 1.000 pesos si era de importación, casi la mitad del salario mínimo (2.100 pesos) en Cuba.
En apenas cuatro años, la escasez de carne de cerdo en Cuba ha alcanzado niveles alarmantes con una reducción de casi el 90%. La crisis incide en todos los ámbitos del país y ha generado que la cría de animales decaiga de manera importante, en la misma medida que la producción de cárnico, según un estudio de la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en La Habana, difundido por ICEX España Exportación e Inversiones.
El principal país suministrador de carne de cerdo en 2022 ha sido España, seguido por Canadá. Hasta el año 2021, las cifras de exportación de ambos países han experimentado un salto cuantitativo muy importante.
En el informe citado también se señala que “las empresas estatales tienen la demanda centralizada y canalizada a través de importadoras públicas dependientes de ministerios y suponen la mayoría de las importaciones en sectores priorizados. El Gobierno es quien decide qué productos se importan y bajo qué criterio de prioridades. Para hacer negocios con este tipo de empresas, hace falta formar parte de su cartera de proveedores. Las demandas se satisfacen mediante licitaciones no públicas”.
¿Hasta dónde llegará la subida de precios?
Para Mauricio de Miranda Parrondo, doctor en Economía Internacional y Desarrollo, los precios de la carne de cerdo son un indicador muy importante para considerar no solo la capacidad adquisitiva de la población cubana, sino su nivel de alimentación porque es un producto fundamental en la dieta de los cubanos, muy especialmente en la época navideña.
“A fines de 2021 la libra costaba entre 250 y 300 pesos, a fines de 2022 había ascendido a alrededor de 400 pesos y para este fin de año oscila entre 500 y 600 pesos, dependiendo de si se trata de carne con hueso o limpia”, asegura el economista.
La escasez de carne de cerdo y aumento de su precio “no se debe específicamente a la política de este año ni a la política del anterior”, considera Miguel Alejandro Hayes Martínez, economista e investigador independiente. “Se debe al resultado de años de malas políticas. Ahora, específicamente, esto se puede deber a numerosos factores. Entre los principales está el tema del acceso a insumos para los productores de carne”, agrega.
Impacto en las familias cubanas
“La carne de cerdo se ha convertido en casi un lujo, es decir, un producto tradicionalmente cubano se ha convertido cada vez más en un lujo”, concluye Hayes Martínez.
“La carne de puerco el pasado año era mucho más barata que ahora”, comenta Allesa Oduardo. “Creo que el 80 por ciento de las familias cubanas no pueden pagar esos precios, exceptuando a quien tenga un familiar fuera que le mande dinero”, añade la habanera.
“La realidad es que el ingreso de los cubanos promedio resulta insuficiente para asumir el costo de la vida. Esto es particularmente grave en el caso de las personas jubiladas”, comenta Mauricio de Miranda.
La respuesta del Gobierno
En años anteriores el Gobierno cubano ha intentado garantizar a cada familia, aunque fuese de forma normada una porción de carne de cerdo, pero este año no será así al menos en la capital. No obstante, algunos gobiernos provinciales al menos ofrecieron algo de esperanza, como sucedió en Pinar del Río, que prometió 50 toneladas de cerdo y más de seis de carne de res en ferias de fin de año, según Euyani Padilla Morejón, director comercial de la Empresa Provincial de Acopio.
Otro anuncio esperanzador es el de la provincia de Matanzas, donde se venden tres libras de carne de res por núcleo familiar este fin de año, según anunció la primera secretaria del Partido Comunista de Cuba (PCC) en Matanzas, Susely Morfa.
“Si tú les preguntas a ellos [los dirigentes], te van a decir que están trabajando en ello y que están investigando y esa es la respuesta. Pero el problema de la producción de carne de cerdo en Cuba y su comercialización es un problema estructural. O sea, no estamos hablando de una coyuntura como normalmente les gusta decir. Los problemas estructurales, sistémicos, crónicos, se resuelven con soluciones que cambian la dinámica estructural sistémica y ponen freno a lo crónico. Desde ese punto de vista, el Gobierno no está tomando ninguna medida”, recalca Martínez Hayes.
Para Mauricio de Miranda, las autoridades “no han adoptado las medidas necesarias para estimular la producción. El Gobierno cubano emite demasiadas medidas que luego no tienen impacto en la economía y quedan como simples deseos. Durante mucho tiempo se habló de las 63 medidas para impulsar el sector agropecuario, pero ya sabemos que no han conseguido el objetivo de aumentar la producción”, concluye el economista.
Sigue nuestro canal de WhatsApp. Recibe la información de CubaNet en tu celular a través de Telegram.
