LA HABANA, Cuba. – Tres inspectoras de la Dirección Integral de Supervisión (DIS) acompañadas de oficiales de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) obligaron a un joven trabajador por cuenta propia, el mediodía de este lunes, a vender frijoles al precio establecido por las autoridades para este producto. Además, le impusieron una multa de alta cuantía.
El hecho ocurrió en el portal de una vivienda ubicada en la Calzada de Managua, entre las calles Delgado y Libertad en la barriada de Mantilla, del municipio capitalino de Arroyo Naranjo, donde el joven vendía frijoles negros a 550 pesos la libra. No obstante, las inspectoras de la DIS le obligaron a vender el producto a 160 pesos y le impusieron una multa de 10.000 pesos por violar el precio topado.
Tras el suceso, los vecinos de los alrededores se congregaron en el portal de la vivienda para comprar el anhelado producto al precio establecido por las inspectoras y policías. Sin embargo, al mismo tiempo arremetieron contra la acción de los represores.
“Él [el cuentapropista] no las salvó [sobornó], por eso fue que llamaron a la Policía”, dijo una de las presentes en la multitud. Otra mujer del grupo gritó a las funcionarias que el Gobierno debe vender “las cosas más baratas”.
CubaNet, que estuvo presente en el lugar y tomó imágenes de lo sucedido, pudo corroborar que las personas también le cuestionaron a las inspectoras la aplicación de dos medidas al joven, obligarlo a vender los frijoles al precio de 160 pesos cubanos y la imposición de una multa de tan alta cuantía.
Asimismo, los congregados aseguraron que los frijoles, del color que sean, se comercializan en toda la capital entre los 500 y 600 pesos y que aun así, son más baratos que los que oferta el régimen de la Isla en las tiendas en moneda libremente convertible.
Al igual que hizo con los precios del transporte, el régimen cubano topó los precios de una serie de productos agrícolas.
“Los precios de los productos están topados, es cierto, pero lo supimos cuando vinieron los inspectores a multarnos. Las multas son de 10.000 y 12.000 pesos; pero además te quitan la licencia y te quitan el puesto”, aseguró a este medio un vendedor de productos agrícolas que prefirió no revelar su identidad por miedo a represalias.
